Los permanentes agravios y descalificaciones a sus críticos y opositores, y la persistente actitud de confrontación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hace que la oposición política se manifieste escéptica sobre la exhortación del mandatario al respeto mutuo y el diálogo entre los rivales política.
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La oposición recordó que en forma permanente el presidente Chávez agrede a quienes expresan desacuerdos con su conducción, llamando "escuálidos" a sus críticos y calificándolos de "bandidos". También ha sido el propio mandatario quien ha expresado que no hay posibilidades de reconciliación con la oposición.
"Tenemos a un presidente que está 364 días del año dándole guamazos (golpes) a los medios, iglesias, ONGs (organizaciones no gubernamentales), a otros países, y peleando con todo el mundo” recordó el legislador de la oposición Julio Borges, quien manifestó su sorpresa de que “en la presentación de su balance nos dice por un día que quiere diálogo".
Sin embargo, el legislador opositor insistió en que "el diálogo es obligatorio en el país, tenemos 12 años pidiéndolo", recordó.
En una conferencia de prensa, Borges aseguró que “vamos a recordarle todos los días ese llamado al diálogo, que no se quede en habladera".
Durante su maratónico informe de gobierno frente a la Asamblea Nacional, Chávez hizo un llamado a la reconciliación entre adversarios políticos y dijo a los legisladores de la oposición elegidos recientemente que desea reducir el período de duración de la Ley Habilitante que le otorgó poderes especiales por 18 meses para gobernar por decreto hasta mediados de 2012, pocos meses antes de la elección presidencial.
La legisladora opositora Vestalia Araujo, criticó la decisión de la Asamblea Nacional saliente al final de 2010, cuando aprobó los poderes especiales para Chávez, diciendo que “la anterior Asamblea Nacional tuvo la oportunidad de sancionar leyes para darle prioridad a los damnificados" pero "concedió esta habilitación amplísima al presidente".
Detención de sospechosos
La policía de Venezuela anunció que arrestó a nueve personas sospechosas de haber incendiado una oficina de gobierno. El incidente se produjo el pasado 8 de enero, cuando las oficinas centrales del Instituto Nacional de Tierras, en el estado de Zulia, tomaron fuego.
El anuncio fue realizado por el ministro de Justicia Tareck El Aissami, quien dijo además que el incendio se produjo en represalia contra la agencia encargada de realizar las expropiaciones de tierras, un programa bajo el cual el gobierno del presidente Hugo Chávez está tomando terrenos agrícolas.
