Los altos índices de inseguridad y las constantes protestas ciudadanas obligaron al gobierno de Argentina a lanzar el ‘Operativo Centinela’ desde el 1 de enero de 2011.
La iniciativa permitirá a unos 6.000 efectivos de la gendarmería sumarse a la policía de la provincia de Buenos Aires para custodiar los 24 departamentos que rodean a la Capital Federal donde viven, según el último censo nacional, casi 10 millones de personas.
En un territorio de sólo 9 mil kilómetros cuadrados está concentrada el 25% de la población nacional. Una región donde la violencia, el crimen organizado, la droga y la pobreza conviven con la marginalidad y los problemas estructurales de empleo, salud y educación.
Las incesantes migraciones internas y de los países limítrofes como Bolivia, Paraguay o Perú han generado la proliferación de ‘villas miseria’, donde la crisis se ha profundizado.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reconoció el problema y culpó a la justicia por la falta de colaboración.
“Muchas veces, las fuerzas de seguridad se ven desanimadas cuando tardan días de investigación en aprehender a alguien que ha cometido un delito y por uno u otro motivo los jueces lo dejan en libertad", refirió la presidenta.
No hay estadísticas oficiales actualizadas sobre los índices de delitos, aunque varias consultoras privadas señalan que los robos seguidos de muerte son el delito más común en Argentina.
"Entran los delincuentes por una puerta y salen por otra. ¡Qué me digan a mí y a todas las mamás, qué es la inseguridad, cuando se vive en carne propia! Cuando vi a mi hijo en medio de un charco de sangre", dice Matilde Rodríguez, madre de Diego Rodriguez, asesinado cuando intentaron robarle su camioneta.
Mientras, la diputada nacional y especialista en seguridad, Paola Spatola, afirma que la única forma de disuadir de la delincuencia "es con una presencia fuerte del Estado". “Dejar en claro quién tiene el monopolio del uso de la fuerza. El monopolio lo tiene el Estado; no otro. El delito aumenta cuando más impunidad hay. Porque la variable no es delito igual a pobreza como muchos piensan", señaló Spatola.
Este es el tercer operativo lanzado por el gobierno después de los de marzo y septiembre de 2009, cuando envió efectivos de la gendarmería para custodiar estaciones ferroviarias y villas miseria, que no dieron grandes resultados.