La intención de Venezuela de integrar el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) coacciona al gobierno de Nicolás Maduro en el caso del líder opositor Leopoldo López.
“Una resolución de uno de los comité más importantes de ONU le coloca un elemento de presión política a uno de los países que aspira ser miembro del Consejo de Seguridad”, dijo a la Voz de América la abogada María Teresa Belandria, profesora de Derecho Internacional de la Universidad Central de Venezuela.
“Si Venezuela quisiera obtener los votos que necesita para lograr el asiento no permanente debería cumplir con esta exhortación que le hace el Comité [del Consejo de Derechos Humanos de la ONU] como una muestra de buena voluntad [sobre] el comportamiento del Estado si ocupa un asiento no permanente en el período que le corresponde”, dijo.
Para lograr el asiento, Venezuela debe contar con el voto favorable de las dos terceras partes de las 193 naciones que integran la ONU.
La diputada al Parlamento Latinoamericano, Ana Elisa Osorio, dijo este viernes a Unión Radio que la resolución “no tiene ningún carácter vinculante ni obligatorio”, contradiciendo así a Juan Carlos Gutiérrez, abogado defensor de Leopoldo López.
En el pasado reciente, Philippe Bolopion, director para ONU de la organización Human Rights Watch, cuestionó la aspiración de Venezuela a ocupar un escaño en el Consejo de Seguridad.
"La tendencia de Venezuela de estar del lado de gobiernos abusivos lo convierte en un candidato menos que ideal para ayudar a manejar las tragedias de derechos humanos que actualmente el Consejo de Seguridad enfrenta", señaló.
El canciller venezolano, Rafael Ramírez, también rechazó la resolución de la ONU.
"Así como le dijimos al Departamento de Estado que no se inmiscuya en nuestros asuntos, se lo decimos a cualquier grupo de trabajo de cualquier institución", dijo el diplomático.