La jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo el jueves que la información sobre lo ocurrido en Mariúpol sugiere fuertemente que las fuerzas armadas rusas cometieron graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos en esa ciudad ucraniana sitiada.
Bachelet presentó una actualización sobre la grave situación en Mariúpol ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Los monitores de las Naciones Unidas, que no pudieron acceder a la ciudad debido a la situación de seguridad, recopilaron información de personas que habían abandonado la ciudad y de imágenes satelitales.
La alta comisionada para los derechos humanos presentó un panorama desolador de lo ocurrido entre febrero y finales de abril en la devastada ciudad ucraniana, que describió como el lugar más mortífero en ese país.
En orden cronológico, describió los implacables ataques aéreos, los ataques con cohetes, los bombardeos de tanques y artillería de Rusia que convirtieron en escombros y cenizas a esta próspera ciudad de medio millón de habitantes. Presentó estadísticas sobre la gran destrucción de viviendas, edificios públicos, hospitales y otras estructuras que albergaban a civiles, muchos de los cuales fueron asesinados.
Después de tres meses, Rusia tomó el control de Mariúpol. Bachelet dice que las condiciones en la ciudad son terribles y que los residentes tienen acceso limitado a la atención médica y otros servicios básicos y que las personas no pueden irse y regresar libremente.
“La tragedia de Mariúpol está lejos de terminar, y el panorama completo de la devastación causada aún no está claro, incluso para las generaciones venideras, los padres que tuvieron que enterrar a sus propios hijos, sobre todo aquellos que tuvieron que dejar una ciudad muy querida con perspectivas inciertas de volver a verla”, dijo Bachelet.
El embajador de Rusia ante la ONU en Ginebra, Gennady Gatilov, cuestionó la evaluación de la alta comisionada. Dijo que las fuerzas rusas habían liberado completamente a Mariúpol de lo que llamó formaciones nazis ucranianas.
También dijo que durante ocho años Mariúpol había sido rehén de los neonazis ucranianos. Ahora, agregó, la paz estaba regresando y la calma se reanudaba.
Tetiana Lomakina, funcionaria de la Oficina del Presidente de Ucrania, acusó a Rusia de montar una guerra ilegal e injustificada contra su país. Sostuvo que Rusia no debe quedar impune por los crímenes que ha cometido e instó a la comunidad internacional a garantizar la rendición de cuentas.
Lomakina dijo que Mariúpol seguirá siendo para siempre una parte integral de Ucrania y juró que su gobierno no descansaría hasta que su gente fuera liberada nuevamente.
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