El Consejo de Seguridad de la ONU levantó el viernes las sanciones contra el banco central de Libia y una entidad subsidiaria, allanando el camino para que se descongelen los bienes del país africano en el extranjero y así poder hacer frente a una severa crisis financiera.
El régimen de 42 años de Gaddafi colapsó cuando sus fuerzas abandonaron Trípoli en agosto y las peleas terminaron dos meses después, cuando el líder fue capturado y asesinado por rebeldes.
Para finales de noviembre sólo se habían liberado 18.000 millones de dólares y, según diplomáticos, unos 3.000 millones de esa cifra estuvieron disponibles para el nuevo Gobierno libio.
Una resolución de la ONU en septiembre aligeró las sanciones a Libia, quitando de la lista a la empresa nacional de petróleo. La semana pasada, importantes figuras del Gobierno libio pidieron que se quitara al banco central de la lista de instituciones sancionadas.
En tanto, Estados Unidos levantó el viernes la mayor parte de las sanciones económicas que había impuesto contra Libia antes de la caída de Gaddafi.
"Tras una cuidadosa consulta con el nuevo Gobierno de Libia, Estados Unidos dejó sin efecto la mayor parte de las sanciones contra el Gobierno libio para mantener nuestro compromiso con el pueblo libio", dijo un comunicado de la Casa Blanca.