La nueva mayoría republicana del Senado estadounidense no está perdiendo tiempo para la aprobar la construcción del oleoducto Keystone XL.
La Comisión de Energía de la cámara alta aprobó el proyecto por 13 votos a 9, con lo que el Congreso avanza un paso más hacia una confrontación con el presidente Barack Obama, que ha amenazado con vetarlo.
Keystone XL ampliaría un oleoducto norteamericano existente para transportar crudo desde Alberta, Canadá, a los estados del Golfo de México.
El gobierno de Obama aún tiene que finalizar una revisión de seis años de la propuesta, pero el presidente ha expresado serias dudas sobre el proyecto.
Proyectos de la Cámara de Representantes y del Senado pasarían por encima de la administración Obama. El republicano John Hoeven fue autor del proyecto de ley del Senado, que superó su primer obstáculo el jueves en la Comisión de Energía.
"La energía es una industria fundamental", dijo. "No sólo crea empleo, crecimiento económico y seguridad nacional el producir más energía aquí en casa y trabajar con Canadá para tener seguridad energética en América del Norte, sino que los menores costos hacen a nuestro país más competitivo en la economía global".
Si se construye, se espera que el impacto directo de la tubería en la economía de Estados Unidos y de los suministros mundiales de petróleo sean modestos. El proyecto, sin embargo, ha provocado un enfrentamiento entre el sector energético y ambientalistas de Estados Unidos y sus aliados en el Congreso.
El senador independiente Bernie Sanders dice que la tubería seria negativo si se considera el cambio climático.
"Estoy muy preocupado que el Congreso de Estados Unidos de la espalda a la ciencia, a los que nos dicen que tenemos que reducir las emisiones de carbono en lugar de dar luz verde a la exploración y producción de una parte de los crudos más sucios en este planeta", dijo." Es una locura”.
Muchos demócratas cuestionan la necesidad de Keystone XL en un mundo que está experimentando sobreoferta de petróleo y los precios del combustible están en un mínimo de seis años.
Los republicanos replican que un impulso a la producción de petróleo de América del Norte contribuyó a ese cambio y se debe fomentar aún más.
Los republicanos creen tener los dos tercios de votos que serían necesarios para anular un veto presidencial.