En América Latina, más de la mitad de las personas trans han reportado ser víctima de discriminación, intimidación o amenazas. Ante esta realidad, y en el marco del Día Internacional de la Memoria Trans, la Organización de los Estados Americanos (OEA) hizo un llamado a los gobiernos de la región a “tomar medidas concretas” para abordar esta crisis.
“Es fundamental que se implementen políticas públicas y leyes, de forma integral, que reconozcan y protejan los derechos de las personas trans, que se capacite al funcionariado público y que se promueva la educación y la sensibilización en la sociedad para combatir los prejuicios y la transfobia”, dijo la Secretaría General de la OEA en un comunicado publicado el lunes.
Este día se conmemora desde 1999 y fue establecido por un grupo de activistas en honor a una mujer afroamericana trans llamada Rita Hester, quien fue asesinada en Massachusetts en noviembre del año anterior.
Datos recopilados por la Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans (RedLacTrans) en 2022 apuntan que el 54 % de las personas trans en la región ha sido víctima de discriminación, intimidación o amenazas, mientras que el 46 % restante ha sufrido formas más crueles de violencia, que incluyen asesinatos, secuestros, golpizas, agresiones físicas, abuso sexual y detenciones ilegales.
La OEA consideró estos datos “alarmantes” y aseguró que “ponen en manifiesto la urgencia de abordar este problema”.
Una de las realidades que vive la comunidad trans “especialmente preocupante”, según el organismo, es que el 28 % de los perpetradores de actos de violencia son funcionarios públicos, proveedores de salud, personal del sistema educativo y miembros de las fuerzas armadas.
“Esto pone de manifiesto la necesidad urgente de sensibilizar y capacitar a estos sectores para garantizar el respeto de los derechos humanos de las personas trans”, estableció.
Entre otras cosas, el informe de RedLacTrans determina que el 84 % de los países de América Latina aún no cumplen con a Opinión Consultiva 24/17 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que proporciona un marco legal para que los países regulen las leyes de identidad de género.
“Esta falta de reconocimiento legal y respeto a la identidad de género contribuye directamente a la discriminación y la violencia que enfrentan cotidianamente las personas trans”, dijo la OEA.
Ante esta realidad, la Secretaría del Organismo exhortó a un “compromiso conjunto para seguir trabajando incansablemente para visibilizar y defender los derechos de las personas trans en América Latina y el Caribe.