La Conferencia de Obispos Católicos (USCCB, por sus siglas en inglés) denunció las condiciones en las que mantienen a inmigrantes indocumentados en los centros de detención, especialmente cuando se trata de mujeres, niños y ancianos y confían en que el papa Francisco aborde el tema durante su visita a Estados Unidos.
A través de la presentación de un reporte los obispos pidieron al gobierno de Estados Unidos desmantele el sistema de detenciones de inmigrantes y busque otras alternativas de lo que llamó sólo es un negocio para corporaciones privadas que invierten en la instalación de este tipo de centros de detención.
"Desde un punto de vista moral es inaceptable", afirmó Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle y presidente de la Comisión Episcopal sobre la Migración. "Debe ponerse fin a la detención de familias, la práctica actual. Como país debemos mejorar esa situación".
Además resaltaron en el reporte que las condiciones que se ofrecen en esos centros no son las más adecuadas porque son muy similares a las de una prisión, lo que causa daño sicológico, es inhumano e ineficaz.
El plan presentado por la USCCB pide que el actual sistema, basado en "cuotas de detenciones", sea "desmantelado" y se transforme en un programa con diferentes niveles de libertad bajo supervisión para garantizar que los indocumentados se presenten a sus citas con los jueces de Inmigración.
