El presidente Barack Obama hará la semana entrante visitas a universidades en estados que son importantes para ganar la reelección en los comicios de noviembre, y este sábado dedicó su mensaje semanal a criticar la política de los republicanos en materia de educación superior.
Refiriéndose a la necesidad de hacer que los jóvenes puedan pagarse sus estudios universitarios, Obama dijo que se trata de “una cuestión de valores”.
El presidente, para quien la enseñanza universitaria es un “imperativo económico”, quiere que el Congreso extienda una ley que reduce las tasas de interés a un popular programa federal de préstamos para estudiantes de bajo y medianos ingresos.
De acuerdo con Obama, “los estudiantes que han recibido préstamos para poder graduarse de universidades deben como promedio $25.000 dólares”. Por primera vez—dijo—los estadounidenses deben más en préstamos estudiantiles que en sus tarjetas de crédito.
Si la ley expira, a partir del próximo 1ro. de julio las tasas se duplicarán de 3,4 por ciento a 6,8 por ciento, y para promover que la legislación sea renovada, el presidente visitará el martes próximo la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, y la Universidad de Colorado, en Boulder.
Tanto estas como la Universidad de Iowa, que Obama visitará el día siguiente, se hallan en estados en los que el presidente ganó en las elecciones de 2008, pero que este año se vislumbran como escenarios importantes en la batalla por la Casa Blanca frente a su probable rival republicano, Mitt Romney.
Según el secretario de Educación, Arne Duncan, más de 7 millones de universitarios se verían afectados si la legislación no se renueva y las tasas de interés suben, lo que significaría que como promedio tendrían que pagar unos $1.000 dólares adicionales.
Obama ha dicho que la educación superior no debe ser vista en EE.UU. como un lujo, y en su mensaje sabatino recalcó que no se puede dejar que EE.UU. “se convierta en un país donde un número reducido de personas estén muy bien y sean más los que batallan para poder arreglárselas”.
En la respuesta republicana al mensaje de los sábados, el senador por Missouri Roy Blunt, dijo que el presidente estaba desviando la atención del país y enfocándose en asuntos equivocados, como el de querer por ejemplo elevarles los impuestos a los millonarios en lugar de centrarse en el alto precio que están pagando los estadounidenses por la gasolina.
Refiriéndose a la necesidad de hacer que los jóvenes puedan pagarse sus estudios universitarios, Obama dijo que se trata de “una cuestión de valores”.
El presidente, para quien la enseñanza universitaria es un “imperativo económico”, quiere que el Congreso extienda una ley que reduce las tasas de interés a un popular programa federal de préstamos para estudiantes de bajo y medianos ingresos.
De acuerdo con Obama, “los estudiantes que han recibido préstamos para poder graduarse de universidades deben como promedio $25.000 dólares”. Por primera vez—dijo—los estadounidenses deben más en préstamos estudiantiles que en sus tarjetas de crédito.
Si la ley expira, a partir del próximo 1ro. de julio las tasas se duplicarán de 3,4 por ciento a 6,8 por ciento, y para promover que la legislación sea renovada, el presidente visitará el martes próximo la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, y la Universidad de Colorado, en Boulder.
Tanto estas como la Universidad de Iowa, que Obama visitará el día siguiente, se hallan en estados en los que el presidente ganó en las elecciones de 2008, pero que este año se vislumbran como escenarios importantes en la batalla por la Casa Blanca frente a su probable rival republicano, Mitt Romney.
Según el secretario de Educación, Arne Duncan, más de 7 millones de universitarios se verían afectados si la legislación no se renueva y las tasas de interés suben, lo que significaría que como promedio tendrían que pagar unos $1.000 dólares adicionales.
Obama ha dicho que la educación superior no debe ser vista en EE.UU. como un lujo, y en su mensaje sabatino recalcó que no se puede dejar que EE.UU. “se convierta en un país donde un número reducido de personas estén muy bien y sean más los que batallan para poder arreglárselas”.
En la respuesta republicana al mensaje de los sábados, el senador por Missouri Roy Blunt, dijo que el presidente estaba desviando la atención del país y enfocándose en asuntos equivocados, como el de querer por ejemplo elevarles los impuestos a los millonarios en lugar de centrarse en el alto precio que están pagando los estadounidenses por la gasolina.