El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mostró su preocupación por la inestabilidad de los pozos petrolíferos como consecuencia del conflicto de Libia y anunció nuevos esfuerzos por parte del gobierno para impulsar las energías limpias.
“No hay una solución a largo plazo. Esta es una emergencia, no podemos saber qué pasará con unas reservas de las que sólo tenemos el control del 2%. Vamos a incrementar la producción interior y gradualmente reducir la demanda de petróleo”, expresó Obama.
Los altos costos ligados a los disturbios en el norte de África y Oriente Medio han repercutido seriamente en los precios minoristas de la gasolina en Estados Unidos.
Un sondeo de Reuters/Ipsos mostró el miércoles que la proporción de personas que creen que el país está mal encaminado subió 7 puntos porcentuales a un 64% desde febrero, en un nuevo desafío para Obama, que se presentará a la reelección el próximo año.
El encuestador de Ipsos Cliff Young dijo que la percepción era resultado de los precios más altos de los combustibles. "Los precios de la gasolina son cosas que afectan específicamente los bolsillos de las personas y tienen un impacto inmediato", declaró.
El descontento de los votantes podría presionar a Obama para que considere utilizar la Reserva Estratégica de Petróleo para aumentar los suministros y bajar los precios, pero la Casa Blanca se ha mostrado poco inclinada a hacerlo.
Algunos han criticado a Obama por ser demasiado cauteloso mientras busca establecer un consenso internacional para una respuesta de su país a la violencia en Libia, en momentos en que el país del norte de África desciende a una guerra civil.