Pese a las reacciones encontradas de legisladores estadounidenses, el presidente Barack Obama ordenó el despliegue de hasta 450 militares más en Irak.
Este grupo de militares se establecerán en una base en la provincia iraquí de Anbar, donde entrenarán a las fuerzas de Irak que luchan contra los rebeldes de Estado Islámico, dijo la Casa Blanca.
Obama también ordenó que "se aceleren las entregas de equipos y materiales (militares) esenciales" a las fuerzas iraquíes, integradas también por combatientes tribales y milicianos kurdos pershmerga que operan bajo el comando de Bagdad, indicó la Casa Blanca en un comunicado.