Informes de que la admnsitración Obama planea enviar cientos de entrenadores militares estadounidenses a Irak generaron una rápida reacción en el Congreso.
El senador demócrata Robert Menéndez dijo que la reelaboración de la estrategia para Irak debía haberse hecho antes.
"Obviamente nuestra actual estrategia no está funcionando. Lo principal para mí siempre ha sido: si creemos que ISIL es una amenaza a la seguridad nacional, entonces tenemos que enfrentar la amenaza".
Menéndez agregó que es deseable tener tropas iraquíes mejor entrenadas para luchar contra ISIS.
En contraste, el senador republicano Lindsey Graham, candidato a la nominación presidencial en 2016, criticó enérgicamente toda la estrategia del presidente Barack Obama en Irak calificándola como un "enfoque improvisado".
"Esto es agregar capacidad a una estrategia que nunca funcionará. El presidente Obama está totalmente fuera de foco aquí. 500 (entrenadores estadounidenses adicionales) son muy pocos para hacer una diferencia" indicó Graham.
El senador Graham está a favor de envair un pequeño contingente de fuerzas de combate estadounidenses a Irak, una opción que Obama ha descartado.
Informes indican que el presidente Obama puede decidir esta misma semana si aprueba un plan para enviar cientos de soldados más a Irak para entrenar al ejército de ese país en la lucha contra el grupo Estado islámico.
El nuevo contingente de 500 soldados podría agregarse a los 3.000 asesores que Obama autorizó el año pasado luego que los militantes capturaran grandes porciones de territorio en el norte y el oeste de Irak.
Funcionarios consultados dicen que el plan también incluirá el establecimiento de una nueva base en la provincia Anbar y daría mayor soporte a los combatientes sunitas que se considera clave en los esfuerzos para recapturar el control de la provincia.
Fuerzas de seguridad iraquís apoyados por milicianos han estado tratado de recuperar los territorios cercanos a Ramadi, la capital provincial, desde que cayera en manos rebeldes el mes pasado.
El portavoz del consejo de Seguridad Nacional, Alistair Baskey, no dio detalles el viernes sobre el potencial despliegue de soldados adicionales, y solo dijo que la Casa Blanca está “considerando una variedad de opciones”.