El presidente Barack Obama reaccionó ante el escándalo que envuelve a la FIFA y declaró durante una rueda de prensa al finalizar la Cumbre del G7 en Alemania, que el organismo debe funcionar con total “integridad y transparencia”.
Al mismo tiempo el presidente estadounidense prefirió no hacer declaraciones sobre la investigación contra varios altos funcionarios de la FIFA por presuntos cargos de corrupción y que se encuentran en custodia de las autoridades en Suiza a la espera de ser extraditados a Estados Unidos.
"Queremos asegurarnos de que un deporte que está ganando popularidad se dirige de manera recta", dijo Obama durante la conferencia de prensa realizada en el palacio de Elmau, Alemania.
Tras el anuncio de la renuncia del actual presidente Joseph Blatter la semana pasada, la Casa Blanca sostuvo que la FIFA puede salir beneficiada con un "nuevo liderazgo y que puede ser una oportunidad para que la organización trate de mejorar su imagen.
Al mismo tiempo la FIFA admitió por primera vez que se podría anular el proceso de elección de las sedes de los mundiales de fútbol de 2018 y 2022, Rusia y Catar, respectivamente, si se comprueba que actos de corrupción influyeron de forma determinante en la decisión final.