El presidente Barack Obama fue la principal atracción en la Cena de los Corresponsales a la Casa Blanca a la que asistieron periodistas, políticos y celebridades.
Fue una oportunidad para burlarse por una última vez de si mismo y de sus amigos, enemigos, la prensa y el Congreso.
El presidente se describió a sí mismo como un tipo “gris, entrecano… solo contando el tiempo que me queda para enfrentar mi panel de la muerte”.
Críticos de su programa para el cuidado universal de la salud —el obamacare— habían predicho equivocadamente que paneles de la muerte decidirían el destino de los pacientes gravemente enfermos.
En referencia a la próxima elección presidencial, Obama dijo: “El próximo año, a esta hora alguien más estará en este mismo lugar y nadie sabe quién ira a ser ella”. Por supuesto, la candidata demócrata Hillary Clinton es la única mujer en la contienda.
En otra referencia a Clinton, de quien se dice ha ganado millones de dólares dando discursos ante poderosos empresarios y empresas, Obama dijo que si “este material me sale bien, lo voy a usar con Goldman Sachs el próximo año”.
Igualmente tuvo palabras para el candidato republicano, Donald Trump, quien no estuvo presente este año.
Obama recordó: “Dicen que Donald no tiene la experiencia en política exterior para ser presidente. Pero siendo justo, él ha pasado durante años reuniéndose con líderes de todo el mundo: Miss Suecia, Miss Argentina, Miss Azerbaiyán”.
Obama terminó sus palabras diciendo “Obama, fuera”, y luego soltó deliberadamente su micrófono, un gesto que simboliza a alguien que indisputablemente ha salido victorioso.
El comediante profesional de la noche, Larry Wilmore, anfitrión de un programa de la cadena de cable Comedy Central, también se burló de Trump diciendo que la cena del próximo año será llamada “Donald Trump presenta una lujosa velada pagada por México”.