Es la única escuela de Nueva York accesible sólo por barco. A poca distancia de la punta más baja de Manhattan, la isla Governors, de unas 70 hectáreas, alberga una antigua base militar y un reformado edificio de la Guardia Costera que se ha convertido en la Asamblea Urbana de la Harbor School de Nueva York.
Una cancha de baloncesto y un jardín cuidado flanquean a los estudiantes a su entrada. En el interior, las habitaciones cuentan con un invernadero, un laboratorio donde se crían ostras, y un taller de construcción de barcos, donde se está construyendo una chalupa basada en los dibujos de la que navegó hasta el puerto en 1849.
La Harbor School supone una revolución en el plan de estudios y la filosofía tradicional de las escuelas. Su fundador y director del programa Murray Fisher tuvo la idea de la escuela cuando trabajaba para el grupo medioambiental Riverkeeper Hudson.
"Me inspiré en este modelo de las comunidades de tomar el control y el cuidado de sus ecosistemas marinos locales", dijo Fisher, que vio la oportunidad de organizar un plan de estudios de secundaria en torno a un proyecto de restauración ecológica, que daría a los adolescentes neoyorquinos una relación con el mayor recurso de la ciudad; el puerto.
"No he visto que muchos de ellos tuvieran las experiencias que yo tuve cuando era joven, la diversión, de experiencias sobre el agua…, todo lo que me hizo entrar en este tipo de trabajo", dijo. "Ahora mismo hay una crisis ambiental, ¿por qué las escuelas no son centros de esa batalla? ¿Por qué [los estudiantes] pasan de aula en aula aprendiendo cosas irrelevantes cuando, en este momento, en todas partes, hay una degradación de los ecosistemas que necesitan ayuda?", señala.
Una clase de primer año, por ejemplo, pasa el día a bordo de un barco de vela para la dar las clases, los alumnos estudian navegación, se turnaron para dirigir el barco, y aprenden lo básico.
La gran mayoría de los 400 estudiantes de Harbor School son afro-americanos o hispanos, de familias de bajos ingresos e inmigrantes. La escuela está abierta a cualquier estudiante que muestre interés por visitarla, dijo el director.
Además de completar un programa de preparación para la universidad, cada estudiante obtiene un certificado aprobado por la industria en una de las seis zonas marítimas profesionales: operaciones de los buques, la acuicultura, política de gestión de recursos marinos, robótica marina o buceo comercial. El 70% de los que se gradúan van a la universidad.
El mayor proyecto en curso de la escuela, en asociación con otras 16 organizaciones, es la resiembra de mil millones de ostras vivas el puerto de Nueva York en los próximos 20 años con el fin de filtrar las aguas del puerto y restaurar su salud.
