La selección estadounidense de fútbol, flamante campeona mundial, sobresale no solo por su talento, sino por un compromiso social de sus jugadoras nunca visto.
Las campeonas están a la vanguardia de la lucha por la igualdad de género en el trabajo y han demandado a la federación estadounidense de fútbol para exigir mejores ingresos, comparables a los de la selección masculina.
Su directora técnica y varias jugadoras, incluida Megan Rapinoe, elegida la mejor jugadora de la Copa Mundial este año, son un símbolo de la inclusión de la comunidad LGBT. El equipo apoyó firmemente a Rapinoe cuando dijo no iría a la Casa Blanca si eran invitadas por el presidente Donald Trump.
Algunos deportistas, como Muhammad Ali y Colin Kaepernick, se jugaron sus carreras al asumir posturas políticas. Algunos equipos de la NBA lucieron sudaderas con lemas condenando la brutalidad policial y en apoyo del movimiento Las Vidas de los Negros Son Importantes.
Pero cuesta imaginarse otro equipo que se haya jugado tanto por causas ajenas al deporte en la antesala de la máxima competencia del modo que la selección femenina lo hizo al demandar a la federación en marzo. Las dos partes acordaron buscar una mediación una vez concluido el torneo.
En marzo, las 28 jugadoras del equipo femenino presentaron una demanda por discriminación de género contra la Federación de Fútbol de Estados Unidos, en la que exigían una compensación similar a la de sus pares varones.
“Estas deportistas generan más ingresos y mejores ratings de televisión, pero se les paga menos simplemente porque son mujeres”, declaró Molly Levinson, vocera de las jugadoras. “Es hora de que la federación corrija esto de una buena vez por todas”.
Debra Katz, abogada de Washington especializada en casos de acoso sexual, dijo que el equipo estadounidense está consiguiendo apoyo mundial para las causas que promueve.
“Su mensaje es ‘no van a dividirnos. Estamos unidas en defensa de un trato que no discrimine’”, expresó.
Prohiben la discriminación salarial
El estado de Nueva York ha ampliado este miércoles una ley estatal que prohíbe la discriminación salarial por motivos de género, por lo que es ilegal pagar menos a una persona en función de factores como su raza, religión o identidad de género.
"Juegan el mismo juego que los jugadores de fútbol masculino. Por cierto, lo juegan mejor, con mejores resultados", dijo Cuomo. "Si hubiera alguna razón económica, los hombres deberían cobrar menos que las mujeres. ¡Seamos honestos!", dijo.
El gobernador demócrata Andrew Cuomo firmó los cambios este miércoles en Manhattan, justo antes de unirse al equipo de fútbol femenino de Estados Unidos para un desfile en honor a su victoria en la Copa Mundial.
La líder demócrata en el Senado, Andrea Stewart-Cousins, dice que la menor remuneración del equipo femenino destaca un problema económico fundamental que enfrentan las mujeres en toda la sociedad.
Cuomo también firmó una ley el miércoles que prohibía a los empleadores exigir los antecedentes salariales de los posibles trabajadores.
*Con información de AP y Reuters