Varios políticos y militares se vieron en el ojo del huracán en España tras conocerse que recibieron la vacuna para combatir el COVID-19 sin ser prioritarios. El pasado viernes, el ministro del Interior cesó con carácter inmediato a un teniente coronel que ejercía de enlace de la Guardia Civil en el Estado Mayor de la Defensa.
Un portavoz de ese ministerio entregó detalles de la polémica a la agencia AFP este fin de semana.
El alto mando fue cesado tras un informe interno que dictaminó que había recibido la vacuna sin ser prioritario, en un país donde de momento se administraron más de un millón de dosis mayormente a personal sanitario y usuarios de residencias de mayores.
Junto al teniente coronel recibieron la vacuna otros miembros del Estado Mayor de la Defensa.
Entre ellos, el jefe de la cúpula militar, el general Miguel Ángel Villarroya (63 años), quien en marzo se destacó por su profusión de metáforas bélicas a propósito de la pandemia –“todos somos soldados”, dijo en una ocasión- y sus llamamientos a la “disciplina” y el “espíritu de sacrificio”.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo el pasado viernes que ha pedido al general Villarroya un informe, en función del cual se podrían decidir eventualmente más sanciones.
Aparte de los militares, también recibieron la primera dosis de la vacuna políticos de diversos partidos, sin haber sido definidos como parte de sectores prioritarios. Uno de ellos fue el consejero regional de Salud de Murcia, Manuel Villegas, obligado a dimitir bajo una fuerte presión.
En una polémica semejante se vio envuelto el consejero de Sanidad del enclave español norteafricano de Ceuta, Javier Guerrero.
El político dijo que no dimite porque según asegura no incumplió ningún protocolo, y causó estupor al explicar que “no [le] gustan las vacunas” y que de costumbre no se vacuna “ni de la gripe”.
“Yo no quería vacunarme”, pero mis técnicos me plantearon que “o me vacunaba yo con ellos, o ellos tampoco se vacunaban”, comentó.
La izquierda radical de Podemos, que cogobierna España con los socialistas, habló de “corrupción” en la administración de las vacunas, y el presidente de la región de Valencia, Ximo Puig, opinó que quienes recibieron irregularmente la primera dosis no deberían recibir la segunda.
España es uno de los países más golpeados de Europa, con más de 55.000 muertos y unos 2,5 millones de casos confirmados de covid-19, según datos oficiales.