El director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, David Besley, advirtió este miércoles que la pandemia del coronavirus sacó a relucir la necesidad de fortalecer las cadenas de suministro a los países más pobres.
Beasley explicó que aunque el sistema de suministro de alimentos no está roto, alrededor del 10% de la población global está en una extrema pobreza y son necesarios esfuerzos para llegar hasta ellos en medio de los problemas provocados por la pandemia.
Doscientos setenta millones de personas se encuentran al borde de la inanición y la falta de soluciones podría significar hambruna y migración masiva, agregó Beasley en una reunión virtual del Foro Económico Mundial.
“Si no recibimos el apoyo y los fondos que necesitamos, habrá hambruna masiva, desestabilización de naciones y habrá migración masiva y el costo de eso es mil veces mayor", advirtió Beasley.
También dijo que hay que “seguir trabajando en el sistema” para asegurar que “estemos menos vulnerables a impactos como el COVID-19”.
El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, declaró en el foro que los argumentos a favor del cambio eran convincentes.
"No estamos haciendo lo suficiente en este tema, pero les prometo que haremos más", aseguró.
Los líderes mundiales ahora están comenzando a abordar los problemas del sistema alimentario, pero hay mucho más por hacer, agregó Beasley.