Israel mantiene las restricciones de transporte aéreo debido a la pandemia y eso significa que los peregrinos cristianos de todo el mundo una vez más no podrán visitar los sitios tradicionales en Tierra Santa la Pascua de este año.
Sin embargo, los funcionarios israelíes de turismo han estado trabajando en la construcción de nuevas atracciones para los fieles y los peregrinos tendrán mucho que ver cuando regresen.
Según la tradición cristiana, Jesús y sus discípulos caminaban mucho. Y un camino que pudo haber recorrido después de su crucifixión y resurrección es el nuevo camino Emaús, un camino de 18 kilómetros que va desde la ciudad árabe israelí de Abu Ghosh hasta la ciudad de Emaús.
“El camino de Emaús es un camino de peregrinos. No tenemos mucho de esto en Israel. Está el camino de Jesús en Galilea, por lo que es más o menos la misma experiencia con la ligera diferencia de que el camino de Emaús lo puedes hacer en medio día. Está de camino al aeropuerto. Es una manera muy bonita de terminar una peregrinación, creo, de recapitular todo lo que has visto y meditar sobre esto volviendo a tu país", dijo a la Voz de América Henri Gourinard, Autor de la Guía del Camino de Emaús.
Según el Evangelio de Lucas, dos peregrinos en el camino se encontraron con un hombre al que finalmente reconocieron como el Jesús resucitado. El camino también tiene una calzada romana y tumbas antiguas.
Pero ahora, con las nuevas medidas, caminar por el sendero está diseñado para ser una actividad segura contra el COVID-19. Así lo afirma Gourinard, quien se siente animado por la seguridad de las precauciones.
“Es muy apropiado para los tiempos de corona porque está al aire libre. Hablo sin máscara y probablemente este tipo de peregrinaje, este tipo de forma de hacer tu peregrinaje se desarrollará, al aire libre, definitivamente", afirma.
Cuando los peregrinos terminen de caminar, pueden visitar el Museo Tierra Santa en la Ciudad Vieja de Jerusalén, dirigido por frailes franciscanos católicos romanos.
Muchos de los artefactos que ahora se muestran, nunca antes se habían exhibido, dice el Padre Stéphane Milovitch, quien se encarga de la custodia del museo.
“Estos dos vienen de Francia. Fueron construidos para el rey de Francia, ‘Le Roi Soleil’, Luis XIV. Esta custodia proviene de Nápoles, que estaba en el Reino de España. Es un regalo de Carlos III, y aquí tienes regalos procedentes de Austria, del siglo XVIII", explica orgulloso Milovitch.
El museo se está construyendo debajo de la iglesia franciscana de San Salvador en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El Padre Stéphane dice que la Pascua ofrece la oportunidad de volver a conectar con la religión. “Entonces, todos ven a Jesucristo con sus propios ojos, con su propia cultura, pero la fe es la misma. Es importante poder ver con los ojos de diferentes personas el mismo objeto, la misma fe, así que creo que la cultura puede ayudar a las personas también a través de la belleza a abrir los ojos y ver cómo otras personas ven la misma fe".
Esperanzado en una vuelta a la normalidad, Milovitch cree que para la próxima Pascua las calles de Jerusalén vuelvan a estar, como lo habían estado durante siglos, llenas de peregrinos.
(Colaboración de Harvey Stein)