Miles de personas protestaron en Bielorrusia por cuarta noche consecutiva el miércoles contra lo que catalogaron como una elección fraudulenta del presidente Alexander Lukashenko para un sexto mandato.
Los manifestantes en Minsk formaron cadenas humanas para tratar de impedir que se acercara la policía.
Testigos dijeron que en una calle de la capital, la policía antidisturbios disparó balas de goma contra las personas que estaban en sus balcones para vitorear a los manifestantes.
El miércoles temprano, grupos de mujeres también formaron cadenas humanas y llevaban ramos de flores mientras la policía se mantenía al margen, sin hacer ningún esfuerzo por dispersarlos.
Manifestaciones similares tuvieron lugar en otras ciudades bielorrusas.
Al menos 6.000 personas han sido arrestadas y cientos han resultado heridas después de que la policía utilizara gases lacrimógenos, garrotes y balas de goma para interrumpir las marchas nocturnas.
Entre ellos se encuentra el periodista de Radio Free Europe / Radio Liberty, Vital Tsyhankou, que fue brutalmente golpeado por la policía, según informó Associated Press, junto a dos reporteros de televisión bielorrusos.
La gente acudía en masa a las cárceles en busca de familiares desaparecidos.
Lukashenko ha dicho que no se dejará intimidar.
“El núcleo de estos supuestos manifestantes son personas con un pasado criminal y (los que están) actualmente desempleados”, dijo el miércoles.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, convocó a una reunión de ministros de Relaciones Exteriores ernmañana viernes para abordar la situación de Bielorrusia. Borell ha sugerido la imposición de sanciones contra "los responsables de la violencia observada, las detenciones injustificadas y la falsificación de los resultados electorales".
La comisión electoral bielorrusa declaró a Lukashenko ganador de las elecciones presidenciales del domingo con el 80 % de los votos y el 10 % a favor de la exmaestra, Sviatlana Tsikhanouskaya, quien entró en la carrera por la presidencia a última hora, después de que la policía arrestara a su esposo, un bloguero de la oposición que planeaba postularse para presidente.
Tsikhanouskaya huyó a Lituania el martes alegado que lo hacía por la seguridad de sus hijos.
Lukashenko ha sido llamado con frecuencia el último dictador de Europa debido a su supresión de la libertad de expresión y los derechos humanos, mientras que muestra poca tolerancia con la disidencia. Ha gobernado Bielorrusia desde que declaró su independencia de la Unión Soviética en 1991.
Muchos de los manifestantes también están enojados por su negativa a tomar medidas significativas para combatir el coronavirus. Lukashenko ha buscado aligerar su imagen como un dictador brutal que se siente cómodo con el Kremlin buscando relaciones más estrechas con la Unión Europea y Estados Unidos.