Enlaces para accesibilidad

“Un fracaso más”: Ya no hay rastros en Venezuela del petro, la criptomoneda creada por Maduro


ARCHIVO - El gobernante venezolano Nicolás Maduro preside el evento del lanzamiento internacional del petro, la criptomoneda desarrollada por su ejecutivo, el 1 de octubre de 2018 en Caracas.
ARCHIVO - El gobernante venezolano Nicolás Maduro preside el evento del lanzamiento internacional del petro, la criptomoneda desarrollada por su ejecutivo, el 1 de octubre de 2018 en Caracas.

A 7 años de su creación, el petro nunca caló como unidad de valor ni como activo digital en la economía venezolana, según los expertos. Hace dos años, el uso de criptoactivos sucumbió debido a un escándalo de corrupción dentro del gobierno de Nicolás Maduro.

El petro, la criptomoneda creada por el gobierno de Nicolás Maduro hace 7 años, ha perdido su ya limitada influencia en la economía de Venezuela y entró en desuso tras un escándalo de corrupción que salpicó a varios altos funcionarios del chavismo, según expertos.

“Así como apareció, de esa misma forma desapareció, como una posverdad, una improvisación”, dijo a la Voz de América el economista Carlos Ñáñez.

Anunciado en el 2018 por Maduro, que buscaba su primera reelección presidencial, el petro buscaba contrarrestar “el bloqueo financiero”, en referencia a las sanciones económicas impuestas durante la primera administración de Donald Trump.

Su fundamento serían las reservas petroleras de Venezuela, calculadas en más de 300.000 millones de barriles, especificó hace 7 años. Luego, el oficialismo dijo que estaba respaldado por “recursos naturales”, como el petróleo, el hierro y el oro.

El petro serviría para hacer transacciones financieras sin restricciones extranjeras y tener acceso a “nuevas formas de financiamiento internacional”, es decir, con criptomonedas, aseguró entonces Maduro. Corrían también los tiempos en que el gobierno venezolano lanzó el “bolívar soberano”, restándole cinco ceros nominales a la moneda nacional.

Para sus opositores, el petro era un activo “ilegal” que pretendía sustituir al bolívar y que enmascaraba el endeudamiento con base en una unidad de cambio no establecida en la Constitución.

A las pocas semanas de su creación, Estados Unidos prohibió a sus ciudadanos y empresas hacer transacciones con esta moneda, truncando la idea del gobierno venezolano de usarlo como mecanismo de intercambio comercial en el extranjero.

Su entrada en vigor coincidió con la despenalización del uso del dólar en la economía nacional por parte del gobierno de Maduro, allanando el camino a una dolarización de facto y desordenada, como la llamaron expertos independientes.

El gobierno también la promovía como una unidad de pago de servicios y bienes en comercios afiliados, pero el paso del tiempo demostró que su uso nunca se popularizó. En 2022, Maduro fijó el salario mínimo mensual del país en “medio petro”.

El gobierno también incentivó a los venezolanos a usar sus bolívares para comprar petros en un puñado de casas de cambio autorizadas. Su precio, dijo también el ejecutivo, era de unos 60 dólares por unidad. Estados Unidos llegó a advertir a inversionistas que comprarlo era igual a darle un crédito al gobierno de Maduro.

Nunca voló, como dijo el gobierno

El petro nació como una medida "capricho” que nunca calzó del todo con los criterios de una criptomoneda, de acuerdo con Ñáñez, también profesor y jefe del departamento de teoría económica de la Universidad de Carabobo.

El experto recordó que los criptoactivos no están centralizados en ninguna autoridad monetaria, como sí ocurre con el petro.

Maduro llegó a decir que el petro estaba “volando” en los mercados y que era una de las criptomonedas “más sólidas y estables”.

Acciones legales comienzan en Estados Unidos por el caso de LIBRA, una criptomoneda promovida por el mandatario argentino Javier Milei
please wait

No media source currently available

0:00 0:03:00 0:00

En marzo de 2023, cuatro años luego de su creación, las operaciones con petro se suspendieron al estallar un escándalo de corrupción multimillonaria en la estatal petrolera PDVSA, por la que se detuvo al ministro y hombre de confianza de Maduro Tareck William Saab y a varias decenas de personas más, incluyendo al superintendente de criptoactivos, un cargo dependiente del gobierno nacional.

Según las investigaciones de la Fiscalía y las revelaciones del propio gobierno, la Superintendencia Nacional de Criptoactivos convirtió a criptomonedas y desvió a otros destinos los recursos provenientes de la comercialización de petróleo venezolano.

Aquello tuvo “un gran impacto político y económico” que marcó extraoficialmente el fin del petro, de acuerdo con el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela Luis Crespo.

“Es un fracaso más de la gestión gubernamental y que todavía no ha quedado claro al país lo que ocurrió con aquellos millones” de dólares involucrados en ese acto de corrupción, comentó a la VOA.

Aquel caso de perjuicio millonario al Tesoro venezolano provocó el cierre de la Superintendencia y que el gobierno comenzara a “desmontar” el manejo político en torno al petro, explicó.

“No dio respuesta a las expectativas y terminó por el mal camino de la corrupción y del desvío del erario”, diagnosticó Crespo.

Siete años después de su creación, el Banco Central de Venezuela ya no publica el valor nominal del petro introducido por el chavismo.

Ya no criptoactivos, sino divisas

Ñáñez, docente de las cátedras de teoría y política monetaria y fiscal, así como economía industrial, entre otras, aseguró que el petro perdió rápidamente “toda razón de formación” y comenzó a asociarse con el tipo de cambio oficial, que se “disparaba” periódicamente.

El experto atribuye la desaparición del petro como consecuencia de un “desastre en materia económica y cambiaria”, donde “el Banco Central actúa como un trader en el mercado de divisas, quemando más de 5.000 millones de dólares” sin estabilizar el tipo de cambio.

La tasa de cambio se mantuvo estable por muchos meses en Venezuela, alrededor de 35 bolívares por unidad, pero se aceleró al alza rápidamente en el último semestre del año pasado y se amplió la brecha entre su valor oficial y el de mercados paralelos. El miércoles, el BCV vendía cada dólar a 64,01 bolívares, mientras el paralelo superaba los 82.

Ñáñez advierte que experimentos como el petro reflejan que el Estado “juega con fuego” con una economía “empobrecida”, manteniendo el salario mínimo mensual en 130 bolívares (poco más de 2 dólares) y en un contexto de “descontrol cambiario”.

“Teníamos al petro como unidad de medida y ya no. Venezuela es una economía desmonetizada y ‘desalarizada’, que destruye la moneda, que no tiene la coherencia ni la posibilidad de generar niveles de bienestar para su población”, lamenta Ñáñez.

El año pasado, el gobierno anunció a través de una página web donde gestiona bonificaciones a millones de empleados públicos y pensionados, la Plataforma Patria, que cerrarían los monederos digitales donde se operaba con criptomonedas.

Maduro, que asumió un nuevo mandato en enero a pesar de las denuncias de fraude de la oposición, realizó cambios en su gabinete hace seis meses y dijo que la economía sería el eje central de su nuevo plan de gobierno hasta 2031. Sin embargo, su plan de producción se basa en divisas convertibles, ya no en criptomonedas.

Delcy Rodríguez, su vicepresidenta y ministra de petróleo desde agosto, aseguró que la recuperación se fundamentará en priorizar los productos venezolanos y sustituir las importaciones. Según el oficialismo, el producto interno bruto creció un 8 % en 2024 y será una tendencia positiva que continuará en 2025.

¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.

Foro

XS
SM
MD
LG