El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, negó este lunes la profunda crisis política que vive su país durante la sesión de cierre de la 77 Asamblea General de la ONU, mientras que la misión de Corea del Sur defendió el uso de armas nucleares como parte de su “derecho soberano” de autodefensa y representantes de Irán rechazaron las “alusiones indeseadas” a las protestas por la muerte de Mahsa Amini.
“En Nicaragua hay patria y porque hay patria, hay paz”, enfatizó Moncada en un breve discurso en el que arremetió contra las “potencias que buscan perpetuar su dominio a expensas del hambre y la guerra” y denunció las “sanciones coercitivas y anti-vida” que sufren, sin hacer menciones directas a países o alusiones a la seria situación de los derechos humanos y los estallidos violentos contra el gobierno de Daniel Ortega en su país.
Por su parte, el representante norcoreano ante la ONU, Song Kim, rechazó la “política hostil” de Washington en un duro discurso donde aseguró que no respetarán “sanciones unilaterales” contra su país y advirtió sobre las “preocupantes” maniobras militares conjuntas entre EEUU y Corea del Sur.
“Este es un acto sumamente peligroso que podría provocar que la situación en la península coreana quede al borde de la guerra”, insistió el diplomático norcoreano ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, a las que acusó de estar “en connivencia” con la “mano dura” con la que Estados Unidos pretende castigar a su país por el “absurdo motivo” de diferir con sus ideas.
Delegados de unos 20 países tomaron la palabra durante casi seis horas en el sexto día del pleno anual de la ONU, el primero totalmente presencial desde el inicio de la pandemia de COVID-19, en una sala que permaneció mayormente vacía, en contraste con jornadas anteriores.
El canciller de Uruguay, Francisco Bustillo, reiteró la apuesta de su país por el multilateralismo como una “herramienta vital” para enfrentar retos actuales y llamó a “combatir disfuncionalidades” dentro del organismo.
También en la sesión, el ministro de Exteriores sirio, Fayssal Mekdad, anunció que su Gobierno pedirá compensaciones a los países que “iniciaron la guerra terrorista” contra la nación árabe, que, según cifras oficiales, ha sufrido pérdidas en su industria del petróleo por unos 107.000 millones de dólares.
Al final de la sesión, el representante iraní pidió la palabra para denunciar “las alusiones indeseadas a la tragedia de una mujer iraní” en referencia a las menciones de varios oradores, entre ellos el presidente estadounidense Joe Biden, de las protestas por los derechos de las mujeres que estallaron en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia de la llamada policía moral.
“Queremos decir que hay una investigación en curso para esclarecer las circunstancias que llevaron a esta muerte trágica y hay muestras de video que indican que no hubo conducta indebida policial, por eso rechazamos las acusaciones indebidas con respecto al Gobierno iraní y lamentamos que esto forme parte de la narrativa de varias de las naciones presentes”, enfatizó el diplomático.
Como cierre, el presidente de la Asamblea General, Csaba Kőrösi, reconoció que entre los principales temas tratados en estos seis días resalta el llamado a revitalizar las Naciones Unidas y reestructurar su Consejo de Seguridad.
“La Asamblea General debería poder responder más rápido y mejor ante las crisis actuales, y el Consejo debería poder reflejar mejor el contexto de este siglo”, dijo, mientras resaltó el consenso mayoritario en la condena de la invasión de Rusia contra Ucrania y la necesidad de reforzar la lucha contra el cambio climático.
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