El presidente Nicolás Maduro denunció este sábado en la 77ª Asamblea General de las Naciones Unidas que Venezuela ha sufrido pérdidas por 150.000 millones de dólares en los últimos por las sanciones económicas extranjeras, que calificó de “crímenes de lesa humanidad”, en una carta leída por su canciller, Carlos Faría.
El máximo delegado diplomático del gobierno venezolano leyó durante 22 minutos una “carta abierta a la humanidad” a nombre de Maduro, firmada en Caracas, donde denunció “una perniciosa campaña mundial de descrédito y estigmatización” contra su país.
Según el jefe de Estado venezolano, desconocido como tal por 50 gobiernos del mundo desde hace tres años y medio, esa presunta campaña busca asfixiar a su Poder Ejecutivo en lo político y lo económico. Uno de los argumentos de lo que denunció como un “relato falso” es acusarle de ser un dictador y a Venezuela de ser un Estado fallido.
Afirmó que en su nación se han aplicado “todos los manuales para desestabilizar su democracia”, incluyendo intentos de magnicidios, invasiones y “movimientos sediciosos contra la Constitución”, según denunció en su carta ante las Naciones Unidas.
En ese momento, Maduro calificó al gobierno interino del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como mandatario encargado por 50 países, como “ficticio” y “ridículo”.
Denunció que pesan sobre Venezuela 913 sanciones “ilegales” que le impiden “vender y comprar” los productos que necesita para su desarrollo. “Esto se traduce en sufrimiento, privaciones”, apuntó su canciller en su nombre, asegurando que esas restricciones extranjeras son consideradas por Caracas como “crímenes de lesa humanidad”.
El mandatario venezolano acusó a Europa y Estados Unidos de cometer “expolio” contra el patrimonio y los activos de Venezuela en el extranjero, entre los que mencionó su
impedimento de utilizar 31 toneladas de oro reservadas en bancos de Inglaterra y 10.000 millones “de dólares y fondos bloqueados ilegalmente” en el resto del mundo.
El mensaje de Maduro se conoce cuatro días luego de que la Misión independiente para la determinación de hechos sobre Venezuela, con mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, lo señalara como responsable de crímenes de lesa humanidad en medio de un “plan diseñado” para reprimir a la disidencia política de su gobierno.
Entre las prácticas de su gobierno contra sus opositores, tanto civiles como militares, los investigadores de las Naciones Unidas identificaron torturas, tratos crueles, detenciones arbitrarias, persecuciones y siembra de pruebas falsas para procesarlos judicialmente.
Piratería, milagros y petróleo
Maduro insistió en que los “actos de piratería” contra su gobierno por parte de otras naciones y bloque de países “han dejado heridas profundas en nuestra sociedad”.
Aseguró que su gobierno obra “milagros” sociales, políticos y económicos mediante la creación de nuevas fuentes de riquezas, con turismo, emprendimiento y desarrollo agrario. Según sus cifras, Venezuela ya produce “80% de lo que consumimos” en la actualidad.
Venezuela, dijo su canciller, quiere ser “útil” en la emergencia energética mundial, como miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y se refirió a su nación como un “productor insustituible” de crudo y gas para el mercado global.
“Nada se dice acerca del 60% de la población venezolana que migró y que ha retornado voluntariamente al país” Nicolás Maduro, presidente de Venezuela
Asimismo, se refirió a la migración de 6,8 millones de venezolanos como “inducida” y acusó a los medios de comunicación globales de utilizarla con “fines propagandísticos”.
“Nada se dice acerca del 60% de la población venezolana que migró y que ha retornado voluntariamente al país, huyendo de condiciones de esclavitud y malos tratos”, aseguró.
En su comunicado ante los miembros de los cuerpos diplomáticos presentes en la Asamblea General, en Nueva York, su canciller exigió a los organismos multilaterales respeto a los derechos de todos los migrantes del mundo” y alertó sobre discursos que promueven crímenes de odio y actos de xonofobia contra esta población movilizada.
Hizo votos por la paz y la seguridad mundial, exhortando a los 193 países congregados en las Naciones Unidas a “priorizar el restablecimiento del camino diplomático y el diálogo político por encima del enfrentamiento militar” en cualquier región del mundo.
Al referirse al conflicto entre Rusia y Ucrania, Maduro respaldó la propuesta del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de designar una comisión internacional para el “diálogo soberano” entre ambas naciones. Rechazó, a su vez, las sanciones económicas y las presiones militares contra el gobierno de Rusia, uno de sus principales aliados.
En la parte final de su “carta abierta”, el dignatario venezolano denunció una “crisis perniciosa de la verdad”, opinó que la crisis climática “es irreversible”, pidió que “se repare” a Argentina en su reclamo territorial sobre las Malvinas y respaldó el surgimiento de las que llamó “nuevas potencias”, como Rusia, China y Turquía.
Demandó, asimismo, “el fin a las ilegales sanciones económicas y persecuciones políticas en contra de Nicaragua, Cuba, Irán y Rusia” y reivindicó el valor del diálogo global.
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