Al menos 10 personas murieron en varias ciudades de Nicaragua y un obispo fue agredido tras la represión policial y paramilitar contra personas que participaban en bloqueos viales usados como mecanismo de presión contra el gobierno de Daniel Ortega.
"Tenemos contabilizadas por lo menos a 10 personas fallecidas por heridas de balas y lanzamos un S.O.S porque es necesario abrir un corredor humanitario para evacuar heridos, que son más de 20", dijo a The Associated Press, Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos. "Estamos hablando de cinco poblados atacados", agregó.
Las localidades afectadas por la violencia el domingo se encuentran en lo que se conoce como el corredor de los Pueblos Blancos, conformado por las ciudades de Diriá, Diriomo Niquinohomo, Catarina y Masaya, todas ubicadas al sur de Managua.
En Masaya, el barrio indígena de Monimbó tuvo ataques desde el amanecer. "Los ataques no han cesado y la ciudad está cerrada, nadie puede entrar ni salir", dijo Leiva.
En el municipio de Nindirí, muy cerca de Masaya, el obispo Abelardo Mata fue agredido cuando se transportaba para asistir al sepelio del familiar de unos amigos, según relató al canal 100%Noticias, Roberto Petray, amigo cercano del religioso.
"Lo bajaron de la camioneta y le quebraron los vidrios, le pincharon las llantas", dijo Petray.
Imágenes difundidas por el mismo canal mostraron a simpatizantes del gobernante Frente Sandinista atacando el vehículo de Mata, quien se tuvo que refugiar en una casa cercana al sitio del ataque.
"Los obispos apoyan el golpe de Estado que se le quiere dar al gobierno, están parcializados", gritaba un manifestante mientras varios más golpeaban los vidrios de la camioneta del religioso.
"Acabo de hablar con Monseñor Abelardo Mata y después del incidente en Nindirí finalmente ya está fuera del peligro", informó en su cuenta de Twitter el obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez.
El portal oficialista 19 Digital publicó fotografías de los tramos de carreteras que habían sido despejados por la acción gubernamental y afirmó que "la población puede circular con tranquilidad y seguridad para realizar sus actividades cotidianas".
Nicaragua vive su peor crisis en 40 años. Las tensiones se originaron en abril luego de que el gobierno de Ortega anunció recortes al seguro social. Los cambios se revirtieron poco después, pero los estudiantes salieron a las calles y ocuparon la principal universidad del país para pedir la renuncia del presidente. Las manifestaciones y la inestabilidad se extendieron por todo el país tras la violenta reacción policial.
Organismos de derechos humanos independientes cifran en 351 los muertos, la mayoría de ellos civiles. El gobierno, a través de una Comisión de la Verdad, asegura que los fallecidos son más de 200.