Unos 200 estudiantes universitarios salieron a salvo el sábado por la mañana de una iglesia en Managua donde estuvieron sitiados por agentes fuertemente armados, tras operaciones policiales en la capital nicaragüense y la ciudad de Masaya, que habrían causado tres muertos.
Los universitarios y al menos tres periodistas nicaragüenses salieron tras las gestiones hechas por el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes y el nuncio apostólico en el país, Stanislaw Sommertag. Los estudiantes fueron trasladados a la Catedral Metropolitana de Managua, donde se reunirán con representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y se entregarán a sus padres.
"Fueron momentos difíciles, pero gracias a Dios ya lo pudimos superar", dijo el periodista de Radio Corporación, Ismael López, quien acompañó a los estudiantes en el templo toda la noche.
En la iglesia también se refugiaron por unas horas un periodista de The Washington Post y otro de la BBC, quienes pudieron salir el viernes gracias a las gestiones del párroco del templo. También salieron el viernes algunos heridos de gravedad, cuyo trasladado a hospitales era urgente.
Los universitarios se refugiaron en la iglesia luego de operaciones policiales la víspera en Managua y en Masaya, que según sacerdotes católicos y activistas de los derechos humanos dejaron dos civiles y un policía muertos, así como decenas de personas heridas.
El padre Raúl Zamora, párroco de la iglesia -al sur del campus en Managua de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN)- dijo a The Associated Press que el templo estuvo bajo fuego durante más de 12 horas, desde que los estudiantes universitarios buscaron refugio en sus instalaciones, luego de una operación policial para desalojarlos de la UNAN, que tenían ocupada.
La operación policial fue televisada por medios independientes y transmitida por los mismos estudiantes a través de las redes sociales. Los tres periodistas locales han hecho transmisiones desde la parroquia mediante Facebook Live. La policía no ha dado su versión de los hechos.
El campus de la UNAN en Managua fue atacado por policías y fuerzas parapoliciales con el objetivo de desalojar a los estudiantes que la tuvieron tomada desde hace dos meses. Históricamente, muchos estudiantes han respaldado al gobierno de izquierda, pero muchos de esos mismos estudiantes piden ahora la renuncia del presidente Daniel Ortega, enojados por la violencia ejercida contra los manifestantes por parte de la policía y bandas de la Juventud Sandinista que atacan las protestas en un intento de intimidarlos y dividirlos.
En Managua, un joven universitario perdió la vida de un balazo en la cabeza como producto de un ataque a la iglesia Jesús de la Divina Misericordia, donde se refugiaron los jóvenes que se encontraban hasta el viernes en la toma de la universidad.
"Murió hace unos minutos herido de bala esta madrugada que se resguardaba en la Parroquia Divina Misericordia. ¡Hay que sacar a toda la gente! ¡Hay que parar esta masacre!", escribió en su cuenta de Twitter el obispo Auxiliar de Managua, Silvio Báez.
Un joven estudiante con el rostro cubierto dijo el sábado a la televisión local : "Hay que presionar al gobierno y que entienda que el pueblo ya no lo quiere más".
En Masaya, a 28 kilómetros al sureste de Managua, murieron un policía y un civil después de la visita que realizó el presidente Ortega para participar en un acto público, aseguró Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense pro Derechos Humanos.
Las redadas del gobierno del presidente Ortega ocurrieron durante una jornada de paro laboral opositor, el segundo en tres meses de protestas contra Ortega, que han dejado más de 270 muertos, unos 2.100 heridos y medio millar de detenidos.