Sin nieve aún, pero con villancicos, mucho frío y más que nada, el espíritu navideño, la familia presidencial de Estados Unidos, participó de la cuenta regresiva para encender la decoración del Árbol de Navidad de la Casa Blanca, ante la alegría general.
El presidente Barack Obama, su esposa, la primera dama Michelle Obama, sus hijas Malia y Sasha, y la abuela materna, Marian Robinson, fueron los encargados de presionar el botón para encender el Árbol Nacional de Navidad, un abeto azul de casi 13 metros de alto.
La tradición se remonta a 1923, cuando el presidente Calvin Coolidge encendió el Árbol Nacional de Navidad por primera vez en la Elipse, al sur de la Casa Blanca.
"Esta es una tradición de fin de año que nos llena de orgullo. Haya nieve o sol, en los periodos buenos o de dificultades, las personas como ustedes han acompañado a presidentes para encender nuestro árbol nacional", dijo el presidente Obama, hablando ante una multitud que aguardó por horas, pese al frío, para acompañar la ceremonia.
Artistas como B.B. King, Sarah Bareilles, Maroon 5 y Common, dieron un espectáculo para los participantes, y la primera dama Michelle Obama leyó el poema clásico de Navidad Twas the Night Before Christmas (La víspera de la Navidad).
El presidente Obama dedicó algunas palabras a los millones de personas que han perdido sus empleos o enfrentan dificultades económicas, y también mencionó a los soldados estadounidenses destacados en Afganistán, Irak y otros lugares, quienes pasarán las fiestas tradicionales lejos de sus familias.