El tren de la Sabana con sus coches vestidos de luces, el árbol navideño más grande del mundo hecho con botellas recicladas y la Catedral de Sal se mezclan para recibir a los miles de turistas y locales que disfrutan esta la Navidad en Bogotá y las zonas vecinas.
"Es una experiencia bonita", dice a la Voz de América Esteven Arango, mientras completa un recorrido en un tren decorado para la Navidad. "La hemos pasado muy bien".
A su lado, Marina Arango admite que el tren remite a un sentimiento nostálgico, debido en parte a que se trata de un medio de transporte que fue desapareciendo y hoy apenas es una alternativa en la ciudad suramericana.
"Para muchos es la primera vez que uno se mete en un tren", dice Marina. "La decoración y actividades que han hecho están muy bonitas", agrega y de fondo se escucha la música en vivo a cargo de artistas locales que recorren los vagones entre flautas y canciones.
Con Marina y Esteven, cada noche cientos de personas disfrutan de una de las atracciones mas esperadas en esta temporada. Música tradicional, Santa Claus y fuegos pirotécnicos se suman a los recorridos.
El tren sorprende no solo a los pasajeros sino a los pobladores que lo ven pasar cerca de sus casas, luciendo sus iluminados coches.
Récord navideño
En la población de Chia, situada a 25 kilometros al norte de Bogotá, un árbol de Navidad hecho a base de más de 96.000 botellas alcanzó un Premio Guinness por ser el más elevado alzado con envases plásticos reciclados. Este árbol de 30 metros de alto ilumina el parque del centro comercial de Chia.
“Es el más alto del mundo pero con ese sentido ecológico y sabiendo que estamos haciendo la economía circular", dijo a la VOA Juan Carlos Osorio, portavoz del Centro Comercial de Chia.
Jorge Moreno, un ingeniero civil que visitaba este centro comercial al momento de grabar este reportaje, resaltó el valor de esta acción. “Es un buen mensaje que se le está dando a la gente, a los niños (...) ellos pueden observar qué se está haciendo con nuestros materiales reciclados".
"Con eso estamos cuidando el planeta", elogió.
Celebración en las entrañas de la tierra
Otro escenario de lujo esta Navidad en Colombia es la Catedral de Sal de Zipaquirá, una construcción a 180 metros bajo tierra, que recibe a miles de turistas nacionales y extranjeros por estos días.
La Catedral que fue levantada en una roca salina a 2.674 metros sobre el nivel superior, recibe este 2023 por primera vez en su historia a 600.000 visitantes.
Reconocida como una maravilla subterránea internacionalmente, se ha convertido en un tesoro religioso y cultural que deslumbra con su arquitectura y con sus túneles iluminados.
"Nuestra Catedral de Sal es la primera maravilla de Colombia, dice con orgullo Camilo Andres Álvarez, trabajador de este lugar.
La Catedral de Sal se ubica en la población de Zipaquirá, 40 kilómetros al norte de Bogotá.
De acuerdo con sus registros, el 60,67 % correspondieron a visitantes nacionales y el 39,33 % a turistas extranjeros.
"Es un lugar para visitar, para contemplar, para reflexionar, para respirar. Por más de que ya haya venido muchas veces, seguiré viniendo", dijo Adriana Rodríguez, mientras recorría el icónico lugar bajo tierra.
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