Un patrón climático asociado con el fenómeno de El Niño ha puesto el clima patas arriba en Estados Unidos durante la semana de Navidad.
En el este de Estados Unidos, los meteorólogos predicen para este jueves 24 temperaturas de hasta 23 grados centígrados cuando lo usual en esta época del año es que anden a penas por encima de los cero grados. En los estados del sur, las temperaturas son tan altas que hasta hay riesgo de tornados. Pero en Los Ángeles, en el otro lado de Estados Unidos, se espera que en el día de Navidad las temperaturas alcancen solo los 15 grados centígrados.
En Nueva Inglaterra, típicamente una de las regiones más frías en diciembre, el clima inusualmente cálido ha permitido que los campos de golf continúen funcionado, mientras los centros de esquí no han podido abrir por falta de nieve.
Todo lo contrario ha sucedido en las montañas Rocallosas y en estados como Montana y Wyoming, donde no solo ha nevado abundantemente, sino que hasta se han tenido que lamentar mortales avalanchas de nieve.
La culpa –o la fortuna, depende de desde dónde se vea– es del fuerte fenómeno de El Niño de este año, que se caracteriza por las cálidas temperaturas en la superficie del agua en el Océano Pacífico, cerca del ecuador.
Bob Oravec, del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, explica que el aire caliente ha estado fluyendo de oeste a este, a lo largo de lo 48 estados de la parte baja de Estados Unidos, especialmente al este del río Mississippi y a lo largo de las grandes planicies, y ha mantenido a raya el aire frío del Ártico.
Oravec agrega que, además de El Niño, un patrón climático llamado la Oscilación del Atlántico Norte, está contribuyendo a mantener atrapado el aire frio en la zona cercana al Ártico. Todo esto, combinado con las temperaturas cálidas alrededor del planeta como parte del calentamiento global, hace que el clima se vuelva loco en esta época del año.