El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy confirmó el 12 de agosto que las tropas ucranianas están operando en la región rusa de Kursk, seis días después de un ataque transfronterizo que sorprendió al Kremlin.
Oleksandr Syrskyi, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, informó a Zelenskyy que Ucrania ahora controla unas 386 millas cuadradas de territorio ruso en la región.
El Kremlin admitió el 11 de agosto que fuerzas ucranianas de 1.000 efectivos habían avanzado hasta 30 kilómetros dentro del territorio ruso.
Según indicó el 12 de agosto el gobernador interino de la región de Kursk, Alexei Smirnov, las fuerzas ucranianas controlan 28 asentamientos.
Informes no confirmados sugieren que las fuerzas ucranianas también podrían haber entrado en la región rusa de Belogord.
Moscú ha calificado las operaciones ucranianas de "ataques terroristas", anunciando una operación antiterrorista dirigida por Alexander Bortnikov, director del Servicio Federal de Seguridad en las regiones de Belgorod, Bryansk y Kursk.
De acuerdo con el Kremlin, el avance de Kiev en territorio ruso era una "violación del derecho internacional" respaldada por Estados Unidos.
El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, advirtió que "las fronteras rusas son sagradas", negando el derecho de Ucrania a la autodefensa y culpando a EEUU por las muertes de "rusos comunes".
"Las acciones ucranianas son una clara acción terrorista. Nadie oculta el hecho de que las armas estadounidenses se han convertido en el arma asesina de los ciudadanos rusos. Los ataques a escuelas, hospitales, ambulancias y edificios residenciales en Rusia no pueden reconocerse como un derecho de legítima defensa", declaró el embajador ruso en Estados Unidos”.
Esto es falso.
La resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en marzo de 2022 condenó "con las palabras más enérgicas posibles" la "agresión de Rusia contra Ucrania" y exigió que Moscú detuviera "su uso ilegal de la fuerza contra Ucrania".
Más tarde ese mes, el máximo tribunal de la ONU rechazó el pretexto de Rusia para invadir territorio ucraniano y también pidió a Rusia "que detuviera de inmediato todas las acciones militares en Ucrania".
Rusia ignoró las demandas internacionales y continuó con su guerra causando, devastación y profundo sufrimiento humano en Ucrania, además de elevar los riesgos de seguridad en Europa.
La Carta de las Naciones Unidas garantiza el "derecho inherente de Ucrania a la legítima defensa individual o colectiva", en el Artículo 51, Capítulo 7.
Rusia ataca sistemáticamente tanto a civiles como a la infraestructura civil ucraniana con misiles, causando la muerte y heridas a miles de personas. Los ataques intencionales e indiscriminados contra poblaciones civiles constituyen crímenes de guerra.
Según las Naciones Unidas, este julio fue el mes más mortífero para los civiles ucranianos desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.
"Los ataques coordinados lanzados por las fuerzas armadas rusas en toda Ucrania" mataron a más de 200 personas e hirieron a más de 1.000 solo en julio, informó la ONU.
Muchos de esos ataques provienen de las regiones de Kursk y Belgorod, dijo Zelenskyy.
El 9 de agosto, un misil ruso alcanzó un centro comercial en una zona residencial de Kostiantynivka, en la región oriental de Donetsk, matando a 11 personas e hiriendo a 44.
Un ataque aéreo nocturno de Rusia en las afueras de Kiev el 11 de agosto mató a un niño de 4 años y a su padre, informaron funcionarios ucranianos.
Expertos en derecho internacional y funcionarios occidentales coinciden ampliamente en que Ucrania tiene derecho a atacar objetivos militares en Rusia para frustrar la agresión rusa.
El 8 de agosto, Estados Unidos afirmó que el uso de armas estadounidenses por parte de Ucrania en sus operaciones en Kursk es "coherente con nuestra política".
Desde la incursión ucraniana, el gobernador de Kursk, Smirnov, indicó que 121.000 personas han sido evacuadas de las zonas fronterizas con Ucrania en la región, y que las autoridades planeaban evacuar a un total de 180.000.
Sin embargo, los residentes locales se quejaron de que las autoridades no realizaron una evacuación organizada, lo que llevó a muchos a huir por su cuenta. Otros optaron por quedarse en sus casas mientras los combates se desarrollaban a su alrededor.
Hablando con el presidente ruso Vladimir Putin el 12 de agosto, Smirnov reportó que 12 civiles habían muerto y otros 121 habían resultado heridos desde el 6 de agosto.
No hay indicios de que Ucrania esté utilizando una fuerza desproporcionada o atacando intencionalmente a civiles.
El derecho internacional reconoce que los civiles y las estructuras civiles pueden sufrir daños no intencionales durante las operaciones militares, aunque esos daños deben ser limitados.
De conformidad con las Convenciones de Ginebra, están prohibidos los ataques que "causarán incidentalmente pérdidas de vidas civiles, lesiones a civiles, daños a bienes civiles o una combinación de estos, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista".
El 11 de agosto, un funcionario de seguridad ucraniano anónimo dijo a la Agence France-Presse que Ucrania "observará estrictamente el derecho humanitario" durante su incursión en Kursk, a diferencia de las acciones rusas en Ucrania.
[Este artículo fue originalmente publicado por Polygraph y traducido por Mila Cruz].
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