Miles de personas salieron el domingo a las calles de Hong Kong, algunos contenidos con gases lacrimógenos, para exigir una mayor democracia e investigaciones al uso de la fuerza para contener las manifestaciones antigubernamentales que cumplen su sexto mes.
Entre la enorme multitud había jóvenes vestidos de negro y con el rostro cubierto, así como padres acompañados de sus hijos.
Marchando desde el lado de Kowloon de Victoria Harbour, los manifestantes intentaron mantener la presión sobre la líder de gobierno de la ciudad, Carrie Lam, después de que candidatos prodemocráticos ganaron las elecciones de distrito hace una semana.
“Si no salimos a marchar, el gobierno dirá que se trata solo de un problema de jóvenes, pero este es un problema de Hong Kong que nos afecta a todos”, dijo Lily Chau mientras empujaba una carriola en la que iba su bebé. “Si estamos asustados, el gobierno seguirá pisoteando nuestros derechos”.
Muchos de los inconformes sostuvieron la mano en alto para indicar las cinco exigencias del movimiento y gritaron: “Cinco demandas, ni una menos” y “Desmantelen a la fuerza policiaca”.
La policía antimotines salió a las calles para la tercera manifestación del día — en la que la probabilidad de violencia era más alta. Los agentes lanzaron gas pimienta y gas lacrimógeno en algunas zonas. Los manifestantes arrojaron piedras a las autoridades para intentar mantenerlas a distancia.
Las protestas de Hong Kong han sido relativamente pacíficas durante las dos semanas antes y después de los comicios del 24 de noviembre, pero podrían tornarse nuevamente violentas si el gobierno no cede a sus demandas.
Lam ha dicho que acelerará el proceso de diálogo pero no ha dado más indicios desde las elecciones. Su gobierno ha aceptado una de las exigencias — retirar la propuesta de extradición que podría enviar a sospechosos para su juicio en China continental — pero no las demás.