Miles de manifestantes antiabortistas marcharon este viernes hasta la Corte Suprema de Estados Unidos para la quincuagésima segunda Marcha por la Vida, un punto de encuentro simbólico para un movimiento dedicado a un tema tan divisivo en la política nacional como el acceso al aborto.

Jennie Bradley Lichter, presidenta electa del grupo “Marcha por la vida” dijo:

“Seguiremos marchando aquí en Washington hasta que el aborto no sólo sea ilegal, sino impensable. Y todavía tenemos trabajo por hacer.”

Segun las autoridades, entre 50 y 100mil personas participaron con el objetivo de enviar un mensaje al presidente Donald Trump, quien postuló tres magistrados conservadores a la Corte Suprema que luego revocó la protección federal al aborto. Al mismo tiempo, el republicano expresó incertidumbre sobre una posible prohibición del aborto a nivel federal.

Trump dijo durante su campaña electoral que adoptará la política de dejar la decisión sobre el aborto a los estados.

JD Vance, Vicepresidente de EEUU, habló en el evento, diciendo:

“Quiero dejar en claro que esta administración está junto a ustedes, con ustedes y, lo más importante, con los más vulnerables”.

Trump el jueves indultó a casi dos docenas de activistas condenados por bloquear el acceso a clínicas de aborto.

“No deberían haber sido procesados. Es un gran honor firmar esto.”

Los temas específicos que se trataron en la marcha de este año incluyeron el cese de financiación a grupos pro aborto como “Planned Parenthood” y la limitación del acceso a las píldoras abortivas.

Esto ocurre mientras, 1 de cada 3 mujeres de entre 18 y 44 años reside en un estado donde el aborto está prohibido o mayormente prohibido.

Una encuesta nacional realizada por Edison Research muestra que el 65 por ciento de los estadounidenses dijo que el aborto debería ser legal en la mayoría de los casos.