Miles de personas se reunieron el sábado para participar en un mitin en el centro de Hong Kong, coreando consignas, cantando canciones y escuchando discursos para conmemorar el quinto aniversario del inicio de su movimiento de los paraguas amarillos en 2014, en reclamo de reformas democráticas en el territorio semiautónomo chino.
La policía aprobó el mitin del Frente de Derechos Humanos Civiles en el Parque Tamar, pero la seguridad era estricta, con barreras que bloqueaban el paso hacia oficinas del gobierno y el edificio del Consejo Legislativo, que fue atacado en julio por los manifestantes.
Los manifestantes desplegaron una pancarta enorme con la leyenda “Estamos de vuelta” frente a las oficinas del gobierno. Las paredes que conducen a un puente hacia ese inmueble estaban cubiertas de carteles en recuerdo del movimiento de 2014, cuando los manifestantes ocuparon calles clave en la misma zona durante 79 días, pero no lograron ninguna concesión gubernamental.
Justo antes de que comenzara la manifestación del sábado, un pequeño grupo de manifestantes vestidos de negro y portando gafas y máscaras intentaron escalar las barricadas fuera de las oficinas del gobierno, lo que provocó que la policía antidisturbios disparara rocío irritante desde atrás de las barreras.
Los manifestantes se replegaron pero regresaron, agobiando a la policía y golpeando una cerca metálica. La policía usó el rocío de nuevo, en una escena que se repitió varias veces. Algunos periodistas se vieron afectados por la sustancia.
Momentos antes el sábado, el activista Joshua Wong, que desempeñó un papel clave como líder juvenil en las protestas de 2014, anunció planes de presentarse a las elecciones locales en Hong Kong.
Wong, de 22 años, advirtió que cualquier intento de descalificarlo sólo generará más respaldo para las protestas prodemocracia que se registran en el territorio semiautónomo chino.
Wong dijo que se postulará a la elección del consejo de distrito en noviembre y que esa votación es crucial para mostrarle a Beijing que la gente está más decidida que nunca a ganar la batalla para obtener más derechos.
“Hace cinco años, dijimos que volveríamos y ahora estamos de vuelta con una determinación aún más firme”, afirmó el activista en una conferencia de prensa. “La batalla que tenemos por delante es una batalla por nuestro hogar y nuestra patria”.
Wong, que ha sido arrestado y encarcelado en varias ocasiones y actualmente está libre bajo fianza por organizar supuestamente una manifestación ilegal en la última oleada de movilizaciones, agregó que es consciente de que puede ser descalificado para los comicios.