La policía de Hong Kong irrumpió en un centro comercial donde una protesta a favor de la democracia se volvió violenta el domingo y los activistas destrozaron las instalaciones de la estación de tren de al lado.
Cientos de manifestantes se reunieron en el centro comercial de la ciudad de Sha Tin, en los Nuevos Territorios, cantando: “Lucha por la libertad” y “Liberar Hong Kong”.
Algunos comenzaron a tirar objetos en la entrada del centro comercial. Los manifestantes se dispersaron afuera, donde prendieron fuego en barricadas hechas de cartón, palmeras rotas y otros escombros.
La violencia ha golpeado zonas de la antigua colonia británica en diferentes momentos durante más de tres meses, pero la vida sigue siendo normal para la mayoría de la gente la mayor parte del tiempo.
Sin embargo, las imágenes de los cócteles molotov y los enfrentamientos callejeros que se emiten en todo el mundo representan una situación incómoda para Pekín a pocos días del 70º aniversario de la fundación de la República Popular el 1 de octubre.
El gobierno de Hong Kong suspendió un gran espectáculo de fuegos artificiales en caso de nuevos enfrentamientos. China, que tiene una guarnición del Ejército de Liberación Popular en Hong Kong, ha dicho que confía en la líder de Hong Kong, Carrie Lam, para resolver la crisis.
La policía disparó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que lanzaron cócteles molotov en dos otras ciudades el sábado después de que grupos pro-China derribaron algunos “Muros de Lennon”, los murales con mensajes antigubernamentales inspirados en el Muro de John Lennon en Praga.
La policía condenó la violencia y dijo que se habían producido muchos heridos graves en enfrentamientos entre personas de “opiniones diferentes”.
China dice que está comprometida con el acuerdo y niega la intromisión. Ha acusado a gobiernos extranjeros, incluyendo a Estados Unidos y Reino Unido, de incitar a los disturbios.
