Cerca de 50 inmigrantes venezolanos que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, envió a Martha´s Vineyard, Massachusetts, serán llevados a la base militar de Cape Cod, anunció este viernes el gobernador de ese estado, Charlie Baker.
Los migrantes recibirán alimentos, alojamiento temporal y servicios esenciales como asesoría legal y tratamiento médico.
Baker, republicano, anunció en un comunicado que activará a 125 miembros de la Guardia Nacional de Massachussets como parte del esfuerzo por recibir al grupo de migrantes, a los que se les proveerá dormitorios de la base, en espacios pensados también para familias, las cuales no serán separadas, insistió.
La inesperada llegada de dos aviones con migrantes a la isla de Martha´s Vineyard, exclusivo destino turístico donde el expresidente Barack Obama tiene una residencia, tomó por sorpresa a esa comunidad, no acostumbrada a recibir migrantes y que sin embargo se movilizó para asegurar comida y techo a los recién llegados, entre ellos varios niños.
El movimiento a la base militar será voluntario y es visto por las autoridades como un alivio para Martha´s Vineyard, una localidad que no posee las facilidades ni los recursos para acoger a los migrantes.
“Estamos agradecidos a los voluntarios y autoridades locales que han dado el paso al frente en Martha’s Vineyard en los últimos días para proveer servicios inmediatos a estas personas”, afirmó Baker en el comunicado.
Las autoridades no han dicho qué sucederá con los inmigrantes que decidan no ir a la base de Cape Cod.
La Joint Base Cape Cod incluye una base de la Guardia Costera, además de instalaciones para otras ramas de los servicios armados, y ha provisto albergue de emergencia anteriormente, como en el caso de residentes de Luisiana que fueron desplazados por el huracán Katrina en 2005.
El gobernador de DeSantis dijo que los vuelos a Martha’s Vineyard forman parte de una iniciativa para “transportar inmigrantes ilegales a destinos santuario”.
La legislatura de Florida asignó 12 millones de dólares para transportar a “extranjeros no autorizados” fuera del estado, dijo el jueves la oficina de prensa de DeSantis.
Los gobernadores de Texas y Arizona han enviado a miles de migrantes en autobuses a Nueva York, Chicago y Washington, D.C., en los últimos meses.
El jueves dos autobuses con más de 70 personas provenientes de Venezuela, Uruguay, Colombia y México fueron enviados por el gobernador de Texas, Gregg Abbot hasta la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris.
Cuando fueron interrogados, los migrantes aseguraron que no sabían a donde iban y que los habían dejado “a la deriva”.
La administración Biden ha criticado duramente las acciones de los gobernadores de Texas y Florida, en lo que ha calificado de “treta política”.
“Es algo vergonzoso”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, el jueves.
El presidente Joe Biden, en la gala anual del Instituto del Caucus Hispano en el Congreso para marcar el inicio del Mes Nacional de la Herencia Hispana, dijo que "están jugando a la política con seres humanos, utilizándolos como accesorios".
"Lo que están haciendo simplemente está mal, no es estadounidense, es temerario. Tenemos un proceso en marcha para gestionar a los inmigrantes en la frontera", declaró Biden.
* Esta historia fue complementada con información y reporte de Associated Press.
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