Los acreedores de Metro Goldwyn Mayer (MGM) presentaron una quiebra "empaquetada" que pondría al estudio en las manos de los ejecutivos de Hollywood Gary Barber y Roger Birnbaum, que a su vez controlan a la compañía Spyglass Entertainment.
Los estudios que produjeron las afamadas películas de James Bond contrajeron una deuda de $4.000 millones de dólares que les ha conducido hasta esta quiebra.
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Su reorganización le permitirá a prestamistas con garantías como Credit Suisse Group AG y JPMorgan Chase & Co canjear más de 4.000 millones de dólares de deuda de MGM por gran parte de los títulos en la compañía reorganizada.
Como parte de esta estrategia para salir a flote, MGM acordó también concesiones a Carl Icahn, uno de los mayores acreedores del estudio, para lograr el apoyo del multimillonario a su reestructuración.
La productora privada Spyglass Entertainment fusionará dos de sus empresas subsidiarias en una empresa asociada a MGM para crear la nueva compañía.
Fundado en 1924 y conocido por su logo del león rugiente, MGM controla la franquicia de James Bond y además ha producido o presentado algunas de las más recordadas películas hollywoodenses como 'El mago de Oz' y 'Ben-Hur'.
A principios de este año el estudio se puso en venta pero no logró encontrar una oferta adecuada.