México y Estados Unidos llegaron el viernes a un acuerdo para reducir el flujo de migrantes centroamericanos por lo que el presidente Donald Trump suspendió indefinidamente la aplicación de aranceles a todos los productos mexicanos que hubieran entrado en vigencia el lunes.
A contrarreloj, negociadores estadounidenses y mexicanos negociaron desde el miércoles en Washington para evitar una guerra comercial que hubiera dañado a sus economías y asustado a inversionistas ya preocupados por las hostilidades entre Washington y Pekín.
"Me complace informar que Estados Unidos ha firmado un acuerdo con México", escribió Trump en su cuenta de Twitter. "Los aranceles programados que iban a entrar en vigencia el lunes, contra México, están suspendidos indefinidamente".
"A cambio, México ha acordado tomar fuertes medidas para detener la migración a través de su país y a nuestra frontera sur. Esto se ha hecho para reducir o eliminar la inmigración ilegal que llega desde México a Estados Unidos", explicó.
Autoridades de ambos países dijeron que darán detalles del acuerdo en breve.
La semana pasada, Trump prometió imponer aranceles de un 5% a todos los bienes provenientes de México desde el 10 de junio, los que irían subiendo hasta que cese el flujo de inmigrantes ilegales hacia su país.
Durante la negociación, uno de los temas más álgidos fue la propuesta de Estados Unidos de que México sea declarado "tercer país seguro", dijeron a Reuters dos fuentes mexicanas.
Esta propuesta supone que las personas que solicitan asilo en un país -en este caso Estados Unidos-, puedan recibir el mismo tipo de protección en otro país para aliviar los flujos migratorios.
Estados Unidos es el mayor socio comercial de México: un 80% de sus envíos tienen como destino la mayor economía del mundo. Analistas advertían que, de llegar a imponerse los aranceles, la economía mexicana -la segunda más grande de Latinoamérica- entraría en recesión y su moneda llegaría a 20.6 pesos por dólar.
Oposición
Los aranceles hubieran puesto a Estados Unidos en una seria disputa comercial con su vecino del sur y China, dos de sus tres principales socios comerciales.
Grupos empresariales estadounidenses se opusieron a la escalada de las tensiones comerciales, advirtiendo que las tarifas hubieran elevado sus costos e implicarían precios más altos para los consumidores de ese país. Los aliados republicanos de Trump tampoco estaban interesados en aranceles.
Antes de la elección presidencial de Estados Unidos en 2020, Trump está ansioso por mostrar avances en sus compromisos de la campaña de 2016, con una línea dura con respecto a la migración. Las detenciones en la frontera de Estados Unidos y México alcanzaron un máximo de una década en mayo.
El Gobierno de México asegura que la solución al problema migratorio es el desarrollo en El Salvador, Guatemala y Honduras, así como el sur de México, de donde provienen la gran mayoría de migrantes.
Desde el miércoles, México parecía comprometerse con las exigencias de Estados Unidos luego de que anunció el reforzamiento de la seguridad en su frontera con Guatemala, aprehendió a dos de los principales organizadores de las caravanas de migrantes y bloqueó varias cuentas bancarias presuntamente relacionadas con el tráfico ilegal de migrantes.
Además, se comprometió a desplegar 6,000 efectivos de su recién creada Guardia Nacional en su frontera sur.