Negociadores estadounidenses y mexicanos reanudaron las conversaciones sobre migración, el viernes, para tratar de llegar a un acuerdo sobre el control migratorio en la frontera y la advertencia de la imposición de aranceles a productos mexicanos.
El presidente Donald Trump escribió en su cuenta de Twitter que había una "buena oportunidad" de que EE.UU. llegue a un acuerdo con México sobre el flujo irregular de migrantes mientras que su gobierno mantiene vigente su advertencia de imponer 5% de aranceles a los productos mexicanos que ingresen a territorio estadounidense.
"Si somos capaces de llegar a un acuerdo con México, y es muy probable que lo hagamos, comenzarán -los mexicanos- a comprar productos agrícolas a niveles muy altos, comenzando de inmediato. ¡Si no podemos llegar a un acuerdo. México comenzará a pagar aranceles a nivel del 5% el lunes", escribió el presidente Trump.
Por su parte, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador reiteró el viernes su deseo de evitar la confrontación con el gobierno de Estados Unidos y de mantenerse amigo de su homólogo, en medio de la amenaza de una guerra comercial por la migración.
López Obrador habló en una reunión de alcaldes, funcionarios y líderes empresariales de América del Norte en la localidad del Pacífico de Los Cabos, en el noroeste de México.
Mientras se acercan más a una guerra comercial, que podría dañar a sus economías y asustar a inversionistas ya preocupados por las hostilidades entre Washington y Beijing se realiza en Washington la tercera ronda de negociaciones.
"Mientras las negociaciones continuaban ayer (jueves), nos sentimos más animados porque avanzaron en algunas de las cosas que pusimos sobre la mesa el miércoles y dijeron que estaban abiertos", dijo a la prensa Marc Short, jefe de personal del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
Short agregó que el gobierno de Trump planeaba avanzar con una notificación legal de su arancel del 5% planeado para los productos mexicanos. "Se puede anticipar que eso sucederá hoy", dijo.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, señaló que si bien las reuniones habían ido bien, "seguimos adelante con los aranceles a partir del lunes en estos momentos".
Trump, quien ha criticado lo que describe como una oleada de migrantes a través de la frontera sur, tendrá la última palabra sobre cualquier acuerdo, indicó el jueves Mike Pence, quien también dijo que se había avanzado en las conversaciones, sin ofrecer detalles.
Trump se encuentra viajando de regreso a Washington el viernes después de una de una semana a Europa.
El presidente de Estados Unidos ha amenazado con seguir aumentando gradualmente los aranceles a México después de que entren en vigor el 10 de junio, si un acuerdo de migración no se materializa.
México, cuya economía depende en gran medida del comercio con Estados Unidos, está luchando para evitarlo.
"Veo bien que no se han roto las relaciones entre México y Estados Unidos. Las partes no se han parado de la mesa y eso es una buena señal", dijo el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a periodistas en la Ciudad de México. "Hay diálogo y se puede llegar a un acuerdo. Soy optimista (...)".
López Obrador, sin embargo, destacó que fue un error de Estados Unidos vincular el tema migratorio con el comercio.
México ha preparado una lista de posibles represalias con aranceles a bienes de los estados agroindustriales considerados como la base electoral de Trump, una táctica que China también ha usado con la mirada puesta en su candidatura a la reelección como presidente en 2020.
Eso pondría a Estados Unidos en una seria disputa comercial con su vecino del sur y China, dos de sus tres principales socios comerciales.
Estados Unidos impuso hasta un 25% de aranceles a 200.000 millones de dólares en importaciones chinas el mes pasado, lo que llevó a Beijing a imponer sus propios aranceles en una lista revisada de 60.000 millones de dólares en productos estadounidenses.
Trump dijo el jueves que decidiría a fines de este mes si cumplir con su amenaza de golpear a Beijing con aranceles para al menos 300.000 millones de dólares en productos chinos.
Los funcionarios estadounidenses otorgaron oficialmente a los exportadores chinos dos semanas más para que sus productos ingresen a EE.UU. antes de aumentar los aranceles sobre esos artículos, según un aviso del gobierno estadounidense publicado en línea el viernes.
Oposición
Los grupos empresariales estadounidenses generalmente se oponen a la escalada de las tensiones comerciales, advirtiendo que las tarifas elevarán sus costos e implicarán precios más altos para los consumidores de ese país. Los aliados republicanos de Trump tampoco están interesados en aranceles.
Los economistas advierten que las guerras comerciales podrían dañar las líneas de suministro clave y llevar a una mayor desaceleración de la economía global. Incluso Estados Unidos, uno de los actores más sólidos en el escenario económico, sufriría.
El Departamento de Trabajo estadounidense informó el viernes que el crecimiento del empleo se desaceleró drásticamente en mayo y que los salarios subieron menos de lo esperado, lo que generó temores de que una pérdida de impulso en la actividad económica podría extenderse al mercado laboral.
Las acciones globales aumentaron el viernes ante la perspectiva de que los bancos centrales, incluida la Reserva Federal de Estados Unidos, aflojarían la política monetaria para compensar las fricciones comerciales y la amenaza de una recesión mundial.
Los analistas advierten que los aranceles podrían provocar una recesión en México. La agencia de calificación crediticia Fitch rebajó la nota de la deuda soberana de México el miércoles, citando tensiones comerciales entre otros riesgos, mientras que Moody's bajó su perspectiva a negativa.
Antes de la elección presidencial de EE.UU. en 2020, Trump está ansioso por mostrar avances en sus compromisos de la campaña de 2016, con una línea dura con respecto a la inmigración. Las detenciones en la frontera de EE.UU. y México alcanzaron un máximo en una década en mayo.