Las autoridades mexicanas dicen que están buscando otros siete sospechosos responsables del brutal ataque que dejó 52 muertos en un casino en el estado norteño de Nuevo León.
Los funcionarios ya tienen a otros cinco sospechosos en custodia, que fueron presentados a los medios de comunicación este martes. Según las autoridades, los cinco son presuntos miembros del cártel de Los Zetas y habrían confesado su participación en el ataque de Casino Royale en la capital del estado, Monterrey.
El jueves 25 de agosto (2011), hombres armados portando un líquido inflamable prendieron fuego el casino. Muchas de las víctimas fueron encontradas dentro de los baños, donde huyeron para escapar de los pistoleros, pero quedaron atrapadas por el humo y el fuego.
La policía está investigando si el ataque estaba relacionado con alguna forma de extorsión.
El presidente mexicano Felipe Calderón condenó la violencia y dijo que este fue el peor ataque contra civiles inocentes en México en mucho tiempo.
"Ya basta"
En las misas dominicales dedicadas a las personas muertas en el Casino Royale, hubo oraciones pero también reclamos a los gobernantes, a quienes pidieron escuchar a los ciudadanos.
Con un “ya basta”, un poco más de mil personas se congregaron días atrás a las afueras del palacio de gobierno en Monterrey, Nuevo León.
Los asistentes pidieron la renuncia de autoridades estatales como la del gobernador y funcionarios municipales.
Durante la manifestación ocurrió un altercado entre un grupo de personas que pedían el cese del presidente Calderón y los que no estaban de acuerdo con esta postura, aunque las cosas no pasaron a mayores.
