Amy Chua, una profesora de Yale, ha creado una gran controversia sobre los estilos en la crianza de los hijos.
En su libro, la estadounidense de origen asiático de 48 años, admite que fue muy estricta con sus dos hijas.
En “Himno de la batalla de la madre tigre”, que se convirtió en best-seller, Chua escribe como cuando una de sus hijas quedó en segundo lugar en matemáticas, superada por un compañero coreano, ella le hizo hacer 2.000 problemas matemáticos en las noches hasta que consiguió el primer lugar de nuevo. En otra ocasión, amenazó a su hija con quemar todos sus muñecos de felpa sino tocaba una pieza musical perfectamente.
Chua dice que así fue como sus padres, inmigrantes chinos, la educaron a ella y a sus hermanas, en Estados Unidos.
“Estaba tratando de hacer lo que mis padres hicieron”, dijo Chua en una entrevista a la cadena NBC.
Pero Chua cambió su estilo cuando su hija menor se reveló gritando que “odiaba su vida y la odiaba a ella!”.
En el libro, a pesar de que ella misma hace burla de su estilo “chino extremo”, critica la crianza del mundo occidental. Según ella, los padres estadounidenses no tienen autoridad y educan niños consentidos, de quienes no se espera desarrollen todas sus capacidades.
“Una de las principales diferencias, que yo veo, entre la crianza occidental y la china, es que los padres chinos asumen la fuerza en vez de la fragilidad”, dice la profesora.
La posición de Chua generó controversia nacional y ella ha recibido muchos emails que la describen como abusiva y de lo peor. Sin embargo, el Wall Street Journal publicó apartes de su libro bajo el título “Porqué las madres chinas son mejores”.
"Es irritante. Creo que, obviamente, ese tipo de título crea debate", dice Stacy DeBroff, quien ha escrito cuatro libros sobre la crianza de los hijos.
"La agitación de este intenso debate tiene que ver con lo que significa ser un buen padre y lo que significa que un niño sea exitoso. Si le quitas la libertad, la elección y los aspectos más protectores de la paternidad, ¿tendrás un adulto exitoso o una persona preocupada? Lo seguro es que no será un adulto muy feliz y, o, tendrá problemas para socializar”, explica DeBroff.
La experta también explica que el modelo de Chua no se limita a las familias chinas, representa un modelo tradicional de crianza de los hijos de inmigrantes.