En un momento en que un número cada vez mayor de jóvenes estadounidenses son diagnosticados con problemas de salud mental, los medios están buscando formas de cubrir el tema de manera más responsable.
Los datos muestran un aumento en el número de adultos jóvenes a los que se les diagnostican enfermedades como depresión o ansiedad. Pero los informes de los medios sobre incidentes públicos relacionados con la salud mental a veces utilizan un lenguaje dañino, dicen expertos.
Términos como “desquiciado” o “errático” (lenguaje utilizado para describir a un hombre sin hogar asesinado en el metro de Nueva York el año pasado) se consideran malos ejemplos de cobertura periodística.
Los periodistas del sector de la salud y los expertos especializados en salud mental dicen que estos calificativos son perjudiciales para quienes padecen una afección médica y que pueden inducir a error.
"Los medios desempeñan un papel importante a la hora de moldear la percepción pública de muchas cosas, incluidas las enfermedades mentales", afirmó Christine Herman, periodista independiente.
La cobertura puede hacer que parezca que la enfermedad es una falla moral o una falta de carácter, agregó Herman a la Voz de América.
"A veces los problemas de salud mental se criminalizan en nuestra sociedad", dijo, citando cómo algunos medios de comunicación todavía usan términos como "suicidarse" cuando informan sobre alguien que se ha quitado la vida.
El término data de cuando el suicidio todavía estaba penalizado en los Estados Unidos.
"El lenguaje que usamos y la forma en que describimos y hablamos sobre las condiciones de salud mental realmente pueden contribuir y moldear la percepción", indicó Herman.
Rebecca Brendel, médica y expresidenta de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, dijo que cree que los medios juegan un papel importante a la hora de explicar las condiciones de salud.
"Sabemos que para recibir tratamiento y estar sanos, necesitamos tener conocimientos de salud", dijo a la VOA. “Necesitamos tener conciencia. Necesitamos tener información confiable como consumidores de atención médica y de salud mental”.
La fallecida primera dama Rosalynn Carter fue una de las primeras defensoras de la información responsable sobre la salud mental. A través del Centro Carter, creó una beca que ofrece capacitación a periodistas sobre cómo cubrir mejor el tema.
"Los periodistas informados pueden tener un impacto significativo en la comprensión pública de los problemas de salud mental, ya que dan forma al debate y las tendencias con las palabras y las imágenes que transmiten", había dicho Carter, citada por el Centro.
"Ella enseñó a generaciones de periodistas cómo informar sobre la salud conductual de una manera que reduzca el estigma y estimule la comprensión y el trato equitativo", aseguró un comunicado de la organización.
Desde que comenzó la beca en 1996, más de 250 periodistas se han beneficiado del programa, incluida Herman.
"Es importante porque el tipo de cobertura que hacemos... la gente de nuestras comunidades la lee, o la gente de todo el país lee esta cobertura", dijo Herman, quien comenzó su carrera en la radio pública.
La reportera, radicada en Champaign, Illinois, dijo que a medida que comenzó a cubrir temas de salud con mayor regularidad, su interés por la salud mental creció.
Su informe sobre los obstáculos que enfrentan las familias que intentan acceder a la atención de salud mental fue reconocido con un premio el año pasado.
Herman, que forma parte de la junta de la Asociación de Periodistas de Atención Médica, dijo que los informes más eficaces son precisos, se basan en la ciencia y se centran en la persona, no en la afección.
Ella aboga por una cobertura compasiva que incluya las voces y perspectivas de las personas afectadas.
"Todas estas son cosas que pueden ayudar a desmantelar el estigma y poner fin a la discriminación hacia las personas que tienen problemas de salud mental en nuestra sociedad", dijo.
Los datos de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría muestran que 1 de cada 5 estadounidenses experimenta un trastorno de salud mental.
"Sabemos que los estadounidenses están luchando con su salud mental ahora más que nunca, después de la pandemia de COVID-19", dijo Brendel, miembro de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. "De hecho, en los círculos de salud mental, incluso lo hemos llamado una pandemia gemela, una pandemia de salud mental".
Ella y Herman dicen que han visto una mejora en la forma en que los medios informan sobre las enfermedades mentales, debido en parte al programa de becas Carter.
Tener las habilidades para informar de una manera “que sea precisa y práctica”, dijo Herman, garantiza una cobertura que contribuya a “una mejor comprensión pública de estos temas e idealmente a desmantelar el estigma”.
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