Decenas de miles de personas iniciaron el 2020 en Hong Kong con nuevas manifestaciones prodemocracia, que pronto derivaron en escenas de violencia y caos cuando la policía lanzó gases lacrimógenos a las multitudes y algunos manifestantes respondieron con cócteles Molotov.
Aunque en muchos sectores de la ciudad las manifestaciones fueron pacíficas, la violencia se destapó en el distrito de bares de Wanchai, donde manifestantes pintaron las paredes con grafiti y rompieron dispensadoras de efectivo en filiales del banco HSBC.
Los manifestantes han canalizado su ira contra el HSBC alegando que este cerró una plataforma de recaudación de fondos para el movimiento de protestas, algo que la institución niega rotundamente.
Los choques comenzaron cuando policías en ropas de civil rociaron gas pimienta después de lanzar gases lacrimógenos.
Los manifestantes, muchos enmascarados y vestidos de negro, se reagruparon y formaron su propia línea, desde donde lanzaron cócteles Molotov y abrieron sombrillas.
Como se había anunciado, manifestantes de todas las edades se congregaron después del mediodía en una marcha para pedir más concesiones a China y promoviendo la independencia del territorio de las políticas de Beijing.
La marcha fue organizada por el Frente Derechos Humanos y Civiles, el grupo que ha estado detrás de algunas de las mayores manifestaciones del movimiento prodemocracia de Hong Kong.
Anteriormente en el día, jóvenes y viejos vestidos de negro y algunos enmascarados portaron carteles con lemas “La libertad no es gratis”.
El 2020 fue recibido en Hong Kong por miles de personas que en medio de un despliegue de luces en la pintoresca Victoria Harbour, entonaron lemas prodemocracia cuando el reloj estaba a punto de dar la medianoche.
Las autoridades cancelaron el popular espectáculo de fuegos artificiales por primera vez en una década, citando medidas de seguridad.
Muchas calles estuvieron decoradas con luces y adornos de Navidad y Año Nuevo, pero el ambiente no lucía muy festivo bajo la constante vigilancia de los policías antidisturbios.
Las protestas comenzaron en junio en respuesta a un proyecto de ley ahora retirado que habría permitido extradiciones a China continental, donde los tribunales están controlados por el Partido Comunista, y se han convertido en un movimiento más amplio a favor de la democracia.
Ahora los manifestantes piden democracia total, una amnistía para los más de 6.500 arrestados este año, y una investigación independiente de las acciones de la policía.