Al menos 14 personas murieron en inusuales tormentas y tornados que destruyeron docenas de casas en el sur de Estados Unidos en la víspera de Navidad.
La peor parte le tocó a Mississippi, cuando un gran tornado tocó tierra en Clarksdale y mató a siete personas, entre ellas un niño de siete años que estaba dentro de un auto que fue arrastrado y lanzado por la tormenta.
Las otras víctimas son adultos, quienes fallecieron al interior de sus viviendas, que fueron destruidas por el paso del tornado.
El otro temporal ocurrió en el condado de Perry, al suroeste de Nashville, Tennessee y cobró la vida de dos personas.
La otra víctima es una joven de 18 años, que murió al caer un árbol sobre el techo de su casa, debido a los fuertes vientos en Arkansas.
Más de 20 tornados fueron reportados el miércoles en Arkansas, Illinois, Indiana, Misisipi y Tennessee, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Estos fenómenos se producen en una época en la que unos 100 millones de estadounidenses se desplazaron en su mayoría por carretera para celebrar las fiestas navideñas.
Por otro lado, Estados Unidos enfrenta uno de los inviernos más calientes donde se registraron temperaturas históricas durante Noche Buena y Navidad en la costa este del país.