El impulso de la República Popular de China con el uso de la inteligencia artificial, sus avances para tecnología militar y el plan de control en la producción de semiconductores son clave para entender las aristas de su avanzada y los retos que plantea para Estados Unidos y países aliados, según detalles de una audiencia celebrada este jueves en el Congreso, en Washington.
El Comité selecto a cargo de revisar la 'Estrategia Competitiva entre Estados Unidos y el Partido Comunista de China' llamó este jueves a funcionarios de la Administración del presidente Joe Biden para explicar la “apuesta” del gobierno estadounidense ante China.
Desde agencias como el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y el Departamento de Comercio explicaron que la avanzada de la potencia asiática se perfila hacia las tecnologías punta que suponen “retos” para los intereses estratégicos de Estados Unidos.
El presidente del Comité, el republicano Mike Gallagher, dijo que “claramente la Administración Biden debe tomar acciones contra China” y destacó el silencio en cuanto a asuntos como violaciones a derechos humanos y la represión que enfrentan sectores de la población china.
Daniel Kritenbrink, asistente del secretario de Estado para Asia, aseguró que desde la diplomacia estadounidense se mantiene una actitud abierta al diálogo, a la vez que se logran acuerdos con sus aliados en la región asiática y otras partes del mundo para encarar los planes de China.
“Beijing es una presión económica, diplomática, militar y tecnológica” en diferentes vías para EEUU y para el mundo, apuntó el funcionario de exteriores quien matizó, además, que la visita reciente del secretario de Estado, Antony Blinken a China está enfocada en “acercar posturas” con el país asiático.
Por su parte Ely Ratner, asistente del Secretario de Defensa para las relaciones de seguridad en el Indo-Pacífico, apunto que “los retos son serios” en cuanto a la implementación y uso de inteligencia artificial y tecnologías de avanzada utilizadas por el país asiático.
No obstante matizó que los acuerdos de cooperación con aliados de EEUU como Japón, Australia y Filipinas son “significativos para hacer frente a esos “retos” y que la Administración Biden se ha centrado en la actualización e innovación en las tecnologías militares para la primera potencia del mundo.
Thea Rozman Kendler, asistente para Exportaciones del Departamento de Comercio, quien respondió también a los cuestionamientos de los congresistas aseguró que por el momento las agencias de Estados Unidos trabajan de manera coordinada para hacer frente a la avanzada de China.
No obstante, destacó la “preocupación” por los intentos de fusiones que realizan las empresas chinas con aplicaciones militares y el control de tecnologías “extremadamente efectivas” con inteligencia artificial y uso de aplicaciones de uso doméstico.
El líder de la minoría demócrata en el comité especial del Congreso, Raja Krishnamoorthi, dijo que a partir de estudios de opinión pública como los realizados por el Centro Pew, queda claro que la población de Estados Unidos tiene recelos en cuanto a los planes expansionistas de China, pero que a la vez, no ven necesario abrir un conflicto con el país asiático, eso sí, no renuncian a competir para “proteger nuestros intereses”.
El legislador dijo que se debe seguir de cerca “las provocaciones” de China como ocurre en el estrecho de la isla de Taiwán, cuya la potencia asiática considera como parte de su territorio.
Cartas a empresas de capitales de riesgo
Este miércoles los congresistas que encabezan el Comité para las relaciones de EEUU con Partido Comunista de China enviaron cartas a cuatro empresas estadounidenses de capitales de riesgo que mantienen fuertes inversiones en el país asiático y que estàn enroladas en desarrollo de nuevas tecnologías.
El presidente del Comité, Mike Gallagher y su colega demócrata Raja Krishnamoorthi acordaron que las empresas; GGV Capital, GSR Ventures, Qualcomm Ventures y Walden International, navegan en líneas que generan “preocupación” para EEUU por lo que exigieron a las mismas “información sobre las inversiones de las empresas en proyectos de inteligencia artificial (IA), semiconductores y computadoras cuánticas en la República Popular China”.
Las misivas giradas por los legisladores a las empresas advierten que “la política china de fusión militar-civil que elimina las barreras entre el sector comercial y de investigación civil y su sector militar y de defensa”, omite separaciones por lo que las entidades estadounidenses estarían invirtiendo en la defensa china.
"Estos capitalistas de riesgo han invertido millones en empresas de inteligencia artificial y semiconductores con sede en la República Popular China. Necesitamos analizar detenidamente las inversiones en sectores que son una prioridad estratégica para China, porque sabemos que aprovecha las empresas privadas con fines militares y de vigilancia”, dijo el legislador republicano Mike Gallagher.
Sobre todo porque las empresas estadounidenses podrían estar implicadas en ayudar a la “modernización” del ejército chino y a ampliar su estado de “vigilancia tecno-totalitario” y perpetuar “graves abusos” contra los derechos humanos.
Por su parte el congresista Krishnamoorthi apunto que compañías estadounidenses podrían estar apoyando un desarrollo tecnológico “que podrían estar socavando nuestra seguridad nacional y los valores estadounidenses”.
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