El gobierno británico descartó el martes solicitar una prórroga del período de dos años para sacar al país de la Unión Europea, mientras la primera ministra Theresa May seguía pidiendo más concesiones del bloque antes de la crucial votación parlamentaria de la próxima semana para lograr un acuerdo sobre el Brexit.
En un paso que tiene enormes implicaciones comerciales, empresariales y políticas, Gran Bretaña abandonará la UE el 29 de marzo, cuando se agote el período de dos años que rige el proceso por el cual un país puede dejar el bloque: el llamado Artículo 50 del tratado que rige el bloque.
Sin un acuerdo de retirada, a partir de esa fecha Gran Bretaña podría tener aranceles en sus exportaciones al mercado europeo y sufrir amplias interrupciones en los puertos y escasez de alimentos y fármacos.
Tal y como están las cosas, May no parece tener el respaldo de suficientes legisladores para sacar adelante el pacto alcanzado con la UE el pasado noviembre. Esto plantea preocupaciones acerca de un Brexit “sin acuerdo” y abrió el debate sobre una posible prolongación del plazo de dos años e incluso sobre la convocatoria de otro referéndum de permanencia en el bloque.
“El Artículo 50 no se ampliará. Saldremos de la UE el 29 de marzo de este año porque eso es lo que dice el Artículo 50, es lo que votó el Parlamento y es también lo que dice ahora la legislación nacional”, dijo Martin Callanan, ministro del Departamento para la salida de la UE, a reporteros en Bruselas.
Londres podría solicitar una ampliación del proceso del Brexit, pero los otros 27 socios comunitarios deberían estar de acuerdo y los líderes del bloque dijeron el mes pasado que necesitarían buenas razones para concederla. Varios funcionarios dijeron que la celebración de una segunda consulta podría ser un motivo de peso.
Francia insistió el martes en que la UE solo puede ofrecer garantías políticas para ayudar a May a convencer a los legisladores reacios a darle el visto bueno al pacto con el bloque.
La ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, exhortó a los legisladores británicos reticentes a apoyar el acuerdo, que establece cosas como las futuras obligaciones financieras de Gran Bretaña, los derechos de los ciudadanos afectados por el Brexit y las medidas para mantener la libre circulación de mercancías a través de la frontera con Irlanda.
“Realmente necesitamos que se ratifique el acuerdo de retirada. Esta es la mejor solución para ambas partes”, dijo Loiseau a los periodistas.