Los rebeldes emprendieron este miércoles una ofensiva militar contra las fuerzas de Moammar Gadhafi en Libia en un intento por ocupar una zona cercana a Trípoli, la capital del país.
A pesar de la difusión de versiones según las cuales Gadhafi estaría dispuesto a renunciar a cambio de que se le den garantías para poder permanecer en el país, los rebeldes no detuvieron su avance.
Luego de ver allanado el camino por los más recientes bombardeos de la OTAN, y cuando el conflicto parecía estancado en el terreno militar, las fuerzas rebeldes tomaron la aldea de Gualich, a unos 50 kilómetros de Trípoli.
“Esta mañana finalmente la OTAN nos dio luz verde y la ofensiva comenzó”, dijo un integrante del comité revolucionario en Zenten, a unos 120 kilómetros de la capital.
Además del apoyo militar de la OTAN con sus bombardeos, que se intensificaron la semana pasada en el oeste de Libia, los rebeldes también recibieron recientemente pertrechos de Francia, que les lanzó armamento en paracaídas.
Agencias de la ONU aseguran que desde que se inició el conflicto en Libia, el pasado 15 de febrero, ha habido miles de muertos y cientos de miles de personas han huido del país.
En Bruselas, el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, informó que delegados de los rebeldes serán recibidos el 13 de julio por los países miembros de la OTAN.
Varios miembros de la alianza como Francia, Alemania, EEE.UU, Italia, Gran Bretaña y Turquía, ya han reconocido al Consejo Nacional de Transición (de los rebeldes) como legítimo representante del pueblo libio.
Mientras tanto, según dijo en rueda de prensa la canciller sudafricana Maite Nkoana-Mashabane, Gadhafi planea permanecer al margen de las negociaciones sobre el conflicto.
"Dijo que no quiere obstaculizar un posible arreglo y que, por ende, no participará en las negociaciones sobre el futuro de Libia o sobre su propio futuro", señaló la ministra.
