Los líderes mundiales involucrados en el conflicto en Libia acordaron el domingo respetar el embargo de armas y posponer el apoyo militar a las partes en guerra mientras siga vigente la tregua.
Doce líderes mundiales, así como representantes de las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Unión Africana y la Liga Árabe se reunieron el domingo en Berlín con la esperanza de sentar las bases para un alto el fuego duradero entre los gobiernos rivales de Libia.
“Acordamos un plan integral hacia el futuro”, expresó la canciller alemana Ángela Merkel, de acuerdo a lo publicado por Associated Press.
Merkel también aseguró, “puedo decir que todos los participantes trabajaron juntos de manera constructiva”.
Indicó que los participantes en la cumbre acordaron que no brindarán más apoyo a las partes en conflicto en Libia antes de la reunión del comité y "cesarán las operaciones mientras se mantenga el alto el fuego".
El Secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo indicó que “todos están haciendo un compromiso sincero”, con relación a este tema.
Por su parte el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, explicó que se convocará un comité "en Ginebra en los próximos días".
Guterres agregó que la conferencia de Berlín había logrado evitar "el riesgo de una verdadera escalada regional".
Los dos principales líderes rivales de Libia, el ex general Khalifa Haftar y el primer ministro Fayez Sarraj, han recibido el apoyo de Rusia y Turquía, respectivamente, ya que el conflicto se intensificó durante el año pasado.
Turquía y Rusia ayudaron a negociar un alto el fuego frágil en Libia que entró en vigor la semana pasada, pero ambas partes han acusado a la otra de romperlo.
Durante sus comentarios de apertura en la cumbre, Guterres dijo que cree que no hay una solución militar al conflicto.
"Reiteramos nuestro llamado a todos los involucrados directa o indirectamente en el conflicto para que hagan todo lo posible para apoyar un cese efectivo de las hostilidades y silenciar las armas. Las violaciones incesantes y flagrantes del embargo de armas impuesto por el Consejo de Seguridad deben detenerse", señaló Guterres.
Antes del comienzo de la cumbre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, "enfatizó la necesidad de un alto el fuego duradero, un retorno a un proceso político facilitado por la ONU y el fin de toda intervención extranjera en Libia", dijo el portavoz Morgan Ortagus.
Los gobiernos rivales liderados por Haftar y Sarraj han estado luchando por el control de Libia en los años transcurridos desde la expulsión y el asesinato en 2011 del líder del país, Moammar Gadhafi. Las fuerzas de Haftar se apoderaron de la ciudad portuaria mediterránea clave de Sirte a principios de este mes, pero la lucha por la capital, Trípoli, se ha estancado desde abril con cientos de miles de civiles atrapados en el medio.
Más de 280 civiles y aproximadamente 2.000 combatientes han muerto y cientos de miles de libios han sido desplazados desde el comienzo de la ofensiva.