Senadores de Estados Unidos dijeron el miércoles que son escépticos sobre una posible relajación de las sanciones contra Venezuela, en medio de reuniones en Washington entre el gobierno del presidente Joe Biden y los líderes de la oposición venezolana.
La petrolera Chevron solicitó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos que relajara las sanciones al país sudamericano, lo que permitiría a la compañía tomar el control operativo y tener una mayor participación en las adquisiciones y el comercio en las cuatro empresas que comparte con la petrolera estatal venezolana PDVSA.
Pero el Departamento de Estado ha insistido en que cualquier relajación relevante de las sanciones sólo se producirá si el presidente venezolano, Nicolás Maduro, vuelve a las conversaciones con la oposición y toma medidas concretas hacia la realización de elecciones libres.
"Si la administración se encamina por este camino, tiene que haber puntos de referencia sustantivos reales para que sepamos que esto no es sólo una ganancia de tiempo", dijo el demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez, al cierre de una visita bipartidista a Bogotá.
La administración del presidente Biden ha estado bajo la presión de los republicanos y algunos de sus compañeros demócratas para que no haga ninguna concesión importante a Maduro.
Con las elecciones de mitad de período del Congreso estadounidense acercándose, tendrán lugar el 8 de noviembre, los funcionarios de la administración son conscientes del riesgo de parecer blandos con Maduro entre los votantes cubanoamericanos y los venezolanos estadounidenses, en su mayoría conservadores, en el sur de Florida.
Congresistas se reunieron el martes en Washington DC con representantes de la oposición venezolana, Plataforma Unitaria, quienes estarán en la capital estadounidense hasta el viernes.
"¿Cuáles son los puntos de referencia para que se desarrolle el proceso de los partidos políticos, para que una prensa pueda escribir sobre lo que está pasando en Venezuela, para un proceso para llevar a cabo elecciones supervisadas internacionalmente", dijo Menéndez, y agregó que se mostró escéptico, pero abierto a una proceso definido.
"Si vamos a hacer algo para relajar la situación del petróleo y el gas, debemos asegurarnos de que las condiciones sean claras y verificables", dijo el republicano de Ohio, Robert Portman.
El demócrata de Maryland, Ben Cardin, señaló por su parte que además de unas elecciones con observación internacional, también debería haber avances en materia de derechos humanos en Venezuela.
Los tres senadores, junto con Ben Sasse, de Nebraska, y Richard Burr, de Carolina del Norte, se reunieron durante varias horas el martes con el nuevo presidente colombiano de izquierda, Gustavo Petro, y sus ministros de Relaciones Exteriores y Defensa.
Petro ha pedido cambios en la cooperación antinarcóticos bilateral con Estados Unidos, instando a un mayor enfoque en la inteligencia, la interdicción y la regulación de las drogas.
La delegación del Senado no comparte las ideas de Petro sobre la "legalización", dijo Menéndez, pero hay puntos en común sobre los esfuerzos para combatir el financiamiento de las bandas de narcotraficantes, aumentar la interdicción y apoyar la reforma agraria.
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