Legisladores estadounidenses reaccionaron el lunes a las sanciones impuestas por la administración Trump contra la petrolera estatal venezolana PDVSA, la principal fuente de ingresos del régimen de Nicolás Maduro.
El senador estadounidense Marco Rubio elogió las sanciones en un comunicado emitido antes de que fueran anunciadas.
"La familia del crimen de Maduro ha utilizado PDVSA para comprar y mantener el apoyo de muchos líderes militares", dijo Rubio. "El petróleo pertenece al pueblo venezolano y, por lo tanto, el dinero que PDVSA obtiene de su exportación ahora será devuelto al pueblo a través de su gobierno constitucional legítimo", dice Rubio.
El republicano de Florida representa a una gran comunidad de expatriados de Venezuela y es un abierto opositor del régimen de Maduro, que Estados Unidos declaró ilegítimo la semana pasada.
El legislador Mario Díaz-Balart, aplaudió las sanciones a PDVSA indicando que la petrolera venezolana ha sido un instrumento de corrupción del gobierno de Maduro.
Díaz-Balart, congresista republicano por Florida, agregó que, "Las sanciones paralizarán el sector petrolero estatal, impidiendo que el régimen siga financiando el terrorismo global, el narcotráfico, y la represión contra su propia gente.
Pero el senador Bob Menéndez, de Nueva Jersey, el principal demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores, dijo que la administración Trump debería informar al Congreso sobre sus acciones contra Maduro.
Menéndez elogió los esfuerzos de Estados Unidos para "apoyar la restauración de la democracia en Venezuela", pero dijo que "hay más preguntas que respuestas sobre la estrategia de la administración".
Maduro: Sanciones son un robo
En Venezuela, en un acto con diplomáticos de venezolanos que regresaron a Caracas luego del cierre de embajadas y consulados de su gobierno Maduro condenó las sanciones, calificándolas como un "robo", y dijo que ha dado instrucciones al presidente de PDVSA, Manuel Quevedo para que tome las acciones legales necesarias en EE.UU. y cortes internacionales al respecto.