La eventual recuperación de activos de Venezuela esbozada por el presidente encargado Juan Guaidó como parte de su plan para sacar al país de la crisis podría traer un giro en la industria petrolera, empezando por eventuales cambios en la refinería Citgo, el activo más importante de la nación sudamericana en el extranjero, situado en EE.UU.
El pasado miércoles 23 de enero, Guaidó se proclamó presidente encargado de Venezuela, tras declarar usurpador al mandatario en disputa Nicolás Maduro. La medida ha puesto al país en el camino de una transición política con grandes implicaciones para su economía, que depende del petróleo.
El esfuerzo y legitimidad de Guaidó han sido reconocidos por EE.UU. y la mayoría de los países de la región. Países europeos han dado un plazo y condiciones a Maduro para tomar una decisión respecto a Guaidó.
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Desde que asumió la responsabilidad como presidente encargado del país, Guaidó ha prometido, por ejemplo, dar "protección de activos producto de la corrupción y la disposición de estos para el bien de Venezuela".
En ese escenario, Citgo, la filial de PDVSA en Estados Unidos (Houston), valorada en unos 10.000 millones de dólares, y que ya enfrenta sanciones de Washington; podría estar convirtiéndose en un campo de batalla entre los que buscan la democracia y el gobierno en disputa aferrado al poder en Caracas.
El viernes 25 de enero, Maduro dijo que defenderá a Citgo. La agencia Reuters dijo citando fuentes cercanas al tema que los directivos de Citgo designados por Maduro, estarían preparando una estrategia legal para bloquear esfuerzos que apunten a remover a su directorio y que se destinen sus ingresos al gobierno de Guaidó.
"Citgo es propiedad del Estado venezolano", dijo Maduro el fin de semana, agregando que el país miembro de la OPEP planea seguir vendiendo crudo a Estados Unidos. Planea incluso aumentar la alicaída producción a partir de inversiones estadounidenses.
"Nosotros vamos a seguir vendiendo todo lo que haya que vender. Si nos compran papas, venderemos papas. Si nos compran cebollas, venderemos cebollas. Si nos compran pollo, venderemos pollo y si nos compran petróleo, venderemos petróleo", dijo Maduro el fin de semana.
La Voz de América conversó con Jason Marczak, director del Centro para Latinoamérica en el Atlantic Council, un centro de pensamiento político en Washington, sobre el proceso de la transferencia de activos del gobierno de Venezuela en EE.UU. a Juan Guaidó, en su calidad de presidente encargado de ese país.
Una fuente que afirma estar trabajando en formas legales para impedir que Citgo deje de estar bajo el control de Maduro dijo a Reuters, aludiendo a los desafíos legales: "Citgo está registrado en Delaware. Pertenece a Venezuela, que ahora tiene dos presidentes. Estados Unidos reconoce a uno, pero no es quien nombró a los integrantes de la junta de Citgo".
Todo esto ocurre en el grave contexto que representa la caída de la producción petrolera venezolana. En la nación donde alguna vez el agua fue más cara que la gasolina, ahora son frecuentes las largas filas para que choferes puedan abastecer sus autos de combustible.
Desde 2015, la estatal petrolera venezolana PDVSA ha perdido 8.000 millones de dólares debido a la caída en su producción. Expertos y opositores alegan que la corrupción, la politización y falta de inversión son algunas de las causas del declive petrolero en Venezuela., como muestra este informe del corresponsal de la VOA en Caracas, Álvaro Algarra.
Posibles pasos de EE.UU.
Hasta ahora la Casa Blanca se ha resistido a imponer un embargo a las importaciones provenientes de Venezuela, en parte debido a la oposición de las refinerías estadounidenses que tienen dificultades para acceder al suministro de crudo pesado.
Las refinerías estadounidenses actualmente importan alrededor de 500.000 barriles de petróleo diarios desde Venezuela. Gran parte de la demanda proviene de complejos refinadores en la costa del Golfo que utilizan el crudo para fabricar productos de alto margen como el diésel.
Posibles sanciones a la compra de crudo por parte de Estados Unidos, -como han insinuado funcionarios en varias ocasiones-, podrían agravar la crisis en Venezuela, ya que dejaría de ingresar unos 700 millones de dólares mensuales, que es la única moneda dura que recibe en este momento.
Expertos consultados por la Voz de América sostienen que Maduro sabe bien el riesgo que corre si EE.UU. deja de comprarle crudo, por lo que rompió relaciones diplomáticas pero no económicas con el gobierno de Donald Trump.
El analista Antonio de la Cruz, habló sobre el tema con la periodista de la VOA, Nathaly Guaitero Salas.
Previo a la crisis política que enfrenta de cara al liderazgo de Guaidó y, al apoyo interno y externo que ha recibido el presidente encargado, Maduro ha sostenido que puede vivir sin tener a Estados Unidos como principal mercado: "Venezuela superará cualquier amenaza o cualquier embargo", aseguró.
También ha dicho que podría vender el petróleo venezolano a otros mercados fuera de EE.UU., solo que el crudo venezolano es difícil de refinar y eso limita en cierto modo su comercialización.
Guaidó, que es además jefe de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, estaría considerando nombrar a un nuevo equipo para que encabece a Citgo, según reportó Reuters citando a dos fuentes.
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El presidente encargado designó el fin de semana a Carlos Alfredo Vecchio como el encargado de negocios del gobierno de Venezuela en Estados Unidos, una medida bien recibida en Washington.
Por ahora la Casa Blanca ha estado explorando formas de redirigir los ingresos del petróleo a la oposición, pero el camino para lograrlo no está claro.
La red de refinación de 750.000 barriles por día de Citgo, es el mayor importador de crudo venezolano en Estados Unidos.
Para los primeros nueve meses de 2018, Citgo registró una ganancia neta de aproximadamente 500 millones de dólares en ventas brutas por 23.000 millones de dólares, y tenía 3.400 millones de dólares en deudas financieras, según un acreedor con acceso a sus saldos, que no son públicos.
Recuperar Citgo sería clave para Guaidó, en aras de recaudar fondos y poner en marcha su hoja de ruta que ha descrito en tres pasos: cese de la ururpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Lo que pase con el petróleo venezolano es crítico también para el gobierno de Rusia, aliado y defensor de Maduro en la ONU, debido a que PDVSA debe miles de millones de dólares a la estatal petrolera rusa Rosnetf.
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