El jefe de la Policía Metropolitana de Las Vegas, Joe Lombardo, dijo que se ha vuelto crucial hablar con cualquier persona que haya conocido al autor de la masacre en Las Vegas, Stephen Paddock, para asegurarse de que no haya tenido cómplices.
En declaraciones a los periodistas el miércoles por la noche, Lombardo dijo que considerando la cantidad de armas que Paddock compró y los explosivos que tenía en su automóvil, la policía haya difícil de creer que él solo haya podido llevar a cabo semejante masacre.
Sin embargo, la policía no tiene idea de quién o quiénes pudieron ser sus cómplices si es que los hubo.
Lombardo dijo que Paddock pasó décadas viviendo lo que describió como una “vida secreta”, de muy bajo perfil, en los que planeó muy bien sus actividades.
Pero el sheriff declinó dar más detalles de lo que se ha descubierto hasta ahora sobre Paddock, porque dijo no querer decir nada que aleje a cualquiera que tenga información sobre su pasado.
Hasta ahora, aquellos que lo conocieron no pueden explicar cómo ese hombre retirado de 64 años pudo llevar a cabo la peor matanza en la historia moderna de Estados Unidos.
Donde otros asesinos en masa han dejado gran cantidad de pistas que ayudan a los investigadores a comprender rápidamente el motivo de la violencia, en el caso de Paddock, su vida solitaria, la ausencia de amigos cercanos, su falta de presencia en las redes sociales y de conexiones a un mundo más amplio hacen casi imposible explicar su comportamiento, y menos aún, haberlo prevenido.
Incluso el subdirector del FBI, Andre McCabe dijo estar sorprendido de que los investigadores no hayan descubierto un motivo. “Hay toda clase de cosas que nos sorprenden en cada uno de estos eventos, y este es la de este caso, allí no hemos llegado”, dijo McCabe.
Los investigadores se preguntan si hubo algún tipo de crisis mental que llevara a Paddock a comenzar a preparar sus planes para la matanza. Algunos medios, citando fuentes de la policía, han dicho que el asesino había perdido peso últimamente y sus ojos se habían hundido, pero eso no ha sido confirmado por las autoridades.
Saben que rentó un apartamento en Las Vegas en otro edificio cercano a otro festival de música la semana previa a la matanza, pero no saben por qué.
Saben que era un gran apostador —hay reportes de que estuvo jugando durante ocho horas antes de la matanza—y están buscando registros de sus apuestas, aún a sabiendas de que prefería jugar el muy privado juego de video póker.
Lombardo también reveló que hay indicios de que Paddock planeó escapar con vida del ataque, aunque no quiso decir cómo, pero al acercarse la policía se puso una pistola en la boca y se suicidó.
“Este individuo y este ataque no dejaron el tipo de huellas que uno encuentra en otros ataques”, remarcó McCabe. “Haciendo a un lado la dudosa afirmación de responsabilidad (por parte de grupos terroristas) que vemos en cada una de estas instancias, buscamos indicadores reales de afiliación, de motivo, de intención y hasta ahora no hemos llegado a eso. No tenemos esa clase de indicadores”.